La verdadera esclava sexual
Fecha: 15/09/2017,
Categorías:
Anal
Sexo con Maduras
Lesbianas
Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster
... aprisionó entre sus muslos y gimió cuando sintió que mis dedos habían llegado a invadir sus labios vaginales.Esa mujer estaba ya muy húmeda y se humedeció todavía más cuando comencé a masturbarla con un dedo, acariciando las paredes internas de su caliente vagina y su clítoris. Comenzó a gemir y entonces su gemido me resultó conocido… Pero no, no podía ser posible lo que yo estaba pensando…Su cola comenzó a levantarse de la cama, tratando de ir al encuentro de mis dedos, que ahora eran tres, bien inmersos en su vagina. Comenzó a jadear cada vez más, mientras sus fluidos aumentaban también…Yo estaba realmente excitada y tenía ganas de montar a esa yegua y dejar que ella me montase después; pero no quería correr el riesgo de que esa flamante esclava sexual se escapase de mis manos…Me coloqué un arnés con una verga de hule que medía casi treinta centímetros y se la mostré a la mujer. Puede ver que abría sus ojos y comenzaba a quejarse a través de la mordaza. Volví a colocarla boca abajo y monté sobre sus piernas desnudas. Su cola redonda era perfecta…Su vagina estaba bastante lubricada por la acción de mis dedos; así que monté sobre su cola y muy suavemente la penetré con mi juguete de hule. Al principio estuvo callada, pero apenas comencé a balancearme sobre ella, empezó a gemir y jadear de una manera muy sexy, que me hizo excitar sobremanera, ya que reconocí ese estilo y entonces supe quién estaba debajo de mi cuerpo, empalada en esa cosa enorme de hule…“Te gusta, mi amor…? ...
... Te gusta cómo te cojo…? Susurré a su oído.Ella farfulló algo bajo la mordaza, entonces decidí quitársela…“Sí, hija de puta, ya sabes de memoria que me encanta que me cojas así”Le arranqué entonces la capucha y los ensortijados cabellos oscuros de Helena aparecieron a la vista, excitándome todavía más…Ella comenzó a gemir más alto, a insultarme y a exigirme que la cogiera con más ímpetu.Unos segundos después tuvo un orgasmo muy intenso y acabó gritando y mojando las sábanas con sus jugos…La dejé descansar pero sin desatar sus ligaduras. Luego me quité el arnés y me monté a horcajadas sobre su bello rostro, obligándola a abrir su boca, para que lamiera mi concha empapada…Por supuesto Helena me comió la concha como solamente ella sabía hacerlo y en menos de cinco minutos me arrancó tres orgasmos que me dejaron totalmente abatida.Mi amiga comenzó a reír, preguntándome si iba a desatarla…La tiré al suelo y volví a atar sus tobillos a las patas de la cama. Le comí la boca en un beso muy profundo y le deseé las buenas noches, para luego acostarme en mi cama…Me desmayé después de apoyar mi cabeza sobre la almohada.A la mañana siguiente, desperté sintiendo un dolor lacerante y ardor en mi culo. Estaba atada de pies y manos sobre mi cama, boca abajo y con mis piernas abiertas. Helena estaba montada sobre mi cuerpo, con el mismo arnés en su cintura y esa verga de hule ahora estaba enterrada por completo hasta el fondo en mi estrecho ano.Mi amiga me tironeó del pelo, comenzó a balancearse ...