UN ARDIENTE ESTRENO 2
Fecha: 05/02/2018,
Categorías:
Incesto
Autor: Galaeros, Fuente: SexoSinTabues
... cuerpo, yo gozaba, experimentando la sensación de ser acariciada tan solo con su mirada, que seguía recorriéndome como queriendo eternizar el momento, eso fue todo el día, cada que podía escapar de la vista de la tía y yo súper caliente, hacia movimientos dizque accidentales para mostrarle un poco mis formas, giros repentinos para dejar ver lo que había escondido debajo de mi falda, agachaditas para que pudiera ver mis nalgas etc. Mi plan estaba dando resultado, empecé a usar unos diminutos shortsitos que dejaban ver muy sutilmente la parte final de mi culito y cuando subía la escalera él se me quedaba mirando, primero lo hacía escondido hasta que un día no pudo más y se paró al inicio de las escaleras para verme mejor, yo volteé y me limite a sonreírle pícaramente, mirando como el bulto de su pantalón había crecido. Una tarde que estaba ayudándole a la tía a tender la ropa mientras ella tallaba a mano la ropa en el cuartito de lavandería él se me acerco miró directamente a mis erguidos pechos y sin más, ni más, elogió mis tetas y dijo que le encantaría mamármelas, no supe que contestar todo me dio vueltas y esa noche no dormí pensando en él y masturbándome de lo lindo, al otro día me le aparecí llegando del trabajo, al verme me saludo y sonrío, pregunto por la tía, le dije que había ido a hacer las compras, me miró fijamente a las tetas y dijo al fin solos y yo súper húmeda lo rete, diciéndole que eran sólo promesas, me invito a pasar a su recamara, lo cual acepté tenía ...
... temor pero mi calentura era mayor, entramos y de inmediato se apodero de mis pechos, los masajeó y libero de la blusa y el sostén, para acariciar, lamer y chupar, con lo cual yo daba de gritos, pues nunca había sentido unos labios sobre mis pechos, hizo que me viniera dos o tres veces y luego me fue quitando la ropa, hasta dejarme desnuda. Acarició todo mi cuerpo, lamió mis nalgas y luego miró mi virgencito bizcocho, que ya estaba todo empapado, a esa altura podía hacerme lo que quisiera, me tenía a sus pies, de pronto saco su enorme verga, yo no tenía experiencia, pero ansiosa la acaricié y mamé como pude, tratando de complacerlo, el me tomo de los cabellos con fuerza y se masturbó, disparando un espeso y caliente chorro de leche, mis majillas estaban coloradas, como tomates y me ordenó que me tragara y limpiara su verga, obedecí y me encantaron su olor y su sabor. De pronto me di cuenta de la hora y salí corriendo, pues la tía no tardaría en llegar, me encerré en mi cuarto para acariciarme y masturbarme de lo lindo. El juego de enseñarle mis encantos dio resultado y ahora con más razón lo practicaba con él, tanto en su casa como en la de mis padres, siempre buscando la ocasión de provocarlo, de excitarlo al grado de perder los sentidos, mientras yo gozaba al máximo torturándole, me sentía muy caliente, cada vez que lo descubría con esa mirada llena de pasión y deseo recorrer mi cuerpo, pendiente a cualquier movimiento mío siempre esperando a ver que vista le iba a regalar yo, ...