El regalo de Pablo
Fecha: 06/02/2018,
Categorías:
BDSM
Autor: calvo30, Fuente: xHamster
... Elena no opuso ningún reparo e incluso bebió algo de los otros hombres.Ellos se sirvieron unas copas que tomaron mientras la esclava, en un rincón, se colocaba los hielos que le habían entregado en su clítoris y pezones para rebajar la inflamación. Aunque sumamente m*****a, esa noche folló con su esposo sin que este notase ninguna alteración en su espléndido cuerpo.. . . .Una vez tomada la decisión de acatar el designio de su dueño, Elena ya no estaba angustiada. Le había entrado u gran relajo al aceptar que ella no era la propietaria de su destino y que por tanto no era responsable de ninguna consecuencia de sus actos.Si acaso se encontraba algo excitada ante la proximidad del acontecimiento.Y llegó el día del cumpleaños de Pablo, su hijo mayor. Después de las felicitaciones familiares se iban a reunir en una discoteca alquilada para celebrar su mayoría de edad con todos sus amigos y amigas. A su marido no le agradaba ese ambiente ruidoso y juvenil por lo que se marchó a casa de unos amigos en el campo a pasar la tarde haciendo una barbacoa.Despacharon a los primos, tíos, abuelos y demás parentela camino de la discoteca y quedaron en casa Pablo, Eduardo y Elena, que irían más tarde con la disculpa de que ella tenía algo de acidez de estómago. Su cuñado y su hijo se quedaron para llevarla cuando remitiese la acidez.Elena temblaba en su habitación mientras se colocaba el collar de cuero. Pero no temblaba de miedo o de frío. Temblaba de ansiedad y de lujuria. Una vez aceptado ...
... el destino, su naturaleza lúbrica explotaba al exterior. Desnuda ante el espejo portando solamente el collar y una cadena enganchada a él, se apreciaba hermosa en su madurez, con un cuerpo pleno, generoso y anhelante de placeres. Placeres que le había proporcionado su amo al no prohibirla nunca los orgasmos.Eduardo entró en la habitación.- ¿Dispuesta?En silencio ella le entregó el extremo de la cadena de su collar y él la condujo al salón donde se encontraba Pablo, de espaldas a la puerta y mirando por el ventanal.- Pablo, tu prometido regalo.Pablo se giró y contempló imperturbable como Eduardo le ofrecía la cadena del cuello de su madre ante el intenso rubor de ésta.- Gracias, tío. Es el mejor regalo para mi mayoría de edad.La tranquilidad de su hijo le reveló a Elena que el regalo ya estaba apalabrado de antemano. No era ninguna sorpresa como ella había creído. Se indignó por un instante, pero se calmó casi de inmediato ante el morbo que le inspiraba el servir sexualmente a su propio hijo.- Veo que la sucia ramera tiene la entrepierna húmeda.- Si, es muy caliente y dispuesta para el sexo. Disfrutarás mucho del regalo.- Voy a probarlo ahora mismo. Zorra, hazle los honores a mi polla.Elena se arrodilló ante su hijo y extrajo su pene de la bragueta con cierta torpeza y temblor de manos debidos a su ansiedad. Se entregó en cuerpo y alma a procurar a su vástago el placer exigido. Eduardo comentó:- Vaya con la putona. Nunca puso tanto empeño en manejar mí verga. Me parece que con ...