Zaatos bajos
Fecha: 07/02/2018,
Categorías:
Fetichismo
Autor: daimakaichou, Fuente: xHamster
Lo que voy a relatar lo publiqué antes en otro sitio, pero es real y sucedió hace unos tres años. Era una tarde normal. Regresaba del trabajo pero antes de ir a casa quise ir a comprar algunos libros usados ya que me gusta mucho leer. Generalmente los compro cerca del metro Hidalgo porque hay muchos locales que venden libros a un precio mas o menos decente y con una variedad aceptable. Eran como las cuatro de la tarde y ya había recorrido 3 locales. No encontré nada de mi agrado así que caminé por puente de Alvarado para llegar al metro. Era una zona donde regularmente había prostitutas. Esas mujeres no llaman mi atención ya que se maquillan mucho o visten demasiado llamativas o con vestidos que apenas les tapan el rabo. Y qué decir de los megatacones que usan… se ven vulgares a más no poder y eso nunca se me ha antojado. Iba caminando ignorando a las putas que hacían ruidos para que las volteara a ver cuando a la distancia (como a media cuadra, vi a una mujer morena, un poco gordita que llamó mi atención. Lo que me hizo mirarla fue su manera de vestir: pants con zapatos. Pero lejos de verse mal, los zapatos le daban cierto atractivo (al menos para mi): eran unos zapatos muy sencillos, de plástico, bajos. Soy un poco fetichista y ese tipo de calzado me atrae mucho, no se por qué. La chica dio vuelta en la esquina y la perdí de vista. No le tomé importancia. Al llegar a la esquina en cuestión me detuve para asegurarme de que no pasaran carros y poder cruzar la calle, cuando ...
... de pronto escuché el clásico “shht shht” e inevitablemente voltee de reojo. ¡Era la morenita que me hablaba! Ya más de cerca pude fijarme en sus facciones un poco autóctonas y su ropa algo sucia y rota. Por su aspecto lo primero que me pasó por la mente era que me preguntaría alguna dirección o a lo mucho que me pediría dinero para su pasaje. Fue grande mi sorpresa cuando escuché sus palabras:-Hola, ¿Quieres ir a coger al hotel conmigo? te cobro barato, no he comido todavía.Era una prostituta, pero una muy desaliñada, como ya lo he dicho. Su proposición me agarró de sorpresa, pero mi pene reaccionó casi al instante, luchando por salir de mi pantalón.-¿Cuánto? Le respondí casi sin pensar. La calentura estaba a tope.-Doscientos y tu pagas el hotel para quedarse, porque no tengo donde quedarme.-Órale. Caminamos media cuadra hacia adentro y entramos. Pagué el cuarto y entramos. Ella caminaba delante de mi y no dejaba de ver sus zapatos. Se veia que le quedaban algo grandes porque a cada escalón se le salía el pie y eso me excitaba más. Al ver esos pies me propuse pedirle en el cuarto que me masturbara con ellos, o venirme en ellos, no sé, algo que me hiciera disfrutar de esos pies morenos y que se veían curtidos. Me imaginaba ya antes de entrar cómo se sentiría esa piel callosa acariciando mi palo. De sólo pensarlo se me paraba más.Una vez que entramos dejamos apagada la luz. A pesar de ello la iluminación era buena y podía verla perfectamente. Fue en ese momento que otra cosa ...