Mi papi me folló por el culito (y a mí me dio mucho gustito)
Fecha: 08/02/2018,
Categorías:
Incesto
Autor: Aldebaran, Fuente: CuentoRelatos
Me llamo Sofía, tengo 19 años y desde que descubrí lo que era el sexo, soy una chica muy caliente. Me masturbo muchas veces. En un día he podido hacerlo hasta cuatro veces. Lo malo es que aun soy virgen. Sí, no me he acostado con ningún chico todavía, y eso que me gusta tanto el sexo. Mi hermano tiene 23 años y tiene novia. El otro día cuando volví a casa, los pillé follando en su cuarto. No pensaban en que yo llegaría antes a casa y estaban haciéndolo. Pude verles a través de la puerta entreabierta de su cuarto. Mi hermano estaba debajo, y su chica le estaba cabalgando. Yo me puse muy cachonda y acabé masturbándome en mi cuarto. Pensaba cuando encontraría un hombre para mí y hacerlo con él. Pasaron unos días y mi hermano se fue unos días con su chica. Esa noche mis padres se acostaron pronto. Me extrañó un poco, pero no le di importancia. Yo estaba en mi cuarto, leyendo, cuando empecé a oír que la cama se movía. El somier crujía y me di cuenta de que mis padres estaban haciéndolo. Al oírlos follar, aunque gemían bajito, no podía evitarlo, me puse muy cachonda y mis bragas se humedecieron. Comencé a masturbarme oyéndolos, y no sé por qué, me vino a la cabeza, que era mi padre el que estaba encima mío, follándome a mí, en lugar de a mi madre. Cuando mis padres se corrieron, esta vez sí que gritaron, me imagino que pensaban que estaba dormida, yo seguía masturbándome, aun no me había corrido. Vi que mi padre pasaba por delante de mi cuarto para ir al baño, tenía la puerta ...
... entreabierta, pero no se fijó en mí. Pude oír el sonido del látex al quitarse el condón y tirarlo a la papelera que teníamos en el baño. Esto me excitó mucho e hizo que acabara corriéndome. Me limpié mis fluidos y acabé durmiéndome al poco rato. Al día siguiente, mi madre tenía un viaje de trabajo y como mi hermano tampoco estaba, nos quedamos en casa mi padre y yo. Yo andaba por la casa con una camiseta ceñida y sin sujetador y con un pantalón corto. Mi padre también iba en pantalón corto. A pesar de sus 53 años, tenía un buen cuerpo y unas buenas piernas, se cuidaba mucho. Después de comer, nos pusimos a ver una película sentados en el sofá. Él se sentó en un extremo y yo en el otro. -Anda, acércate, me dijo al cabo de un rato, que no muerdo. Yo me acerqué a él y crucé mis piernas. Pude darme cuenta de que, de vez en cuando, mi padre me miraba de reojo. Yo cruzaba mis piernas con la derecha sobre la izquierda y luego las cambiaba y el seguía mirándome con el rabillo del ojo. En eso que en la película, los protagonistas se pusieron a hacer el amor. Mi padre se pegó un poco más a mí. Notaba su roce y no sé por qué, empecé a excitarme. Miré de reojo a su pantalón y vi que un bulto empezaba a crecer en él. No sé si era por la película o por mí. Los protagonistas de la película estaban tumbados abrazados, después de hacer el amor y en ese momento me levanté y me puse enfrente de mi padre. -Papi, le dije. Tengo que confesarte una cosa. Pese a mis años, seguía llamándole papi. -¿El ...