La hija de mi ex mujer (1) - Relatos Eróticos

La hija de mi ex mujer (1)

Mi historia es un poco larga, pero creo necesario dar detalles por como se fueron dando las cosa. Les contaré mi historia con mi ex hijastra en tres partes, las tres partes más importantes en mi relación con ella Cuando mi ex mujer se decidió a irse a los EU a trabajar de indocumentada sin importarle que yo no estuviera de acuerdo y que ella "sacrificara" todo para hacerse de un patrimonio, aun dejando solo a nuestro bebé de tres años y además a una hija de una relación anterior, la cual estaba entre los 13 y 14 años, ni por un momento me imagine en cobrarme el hecho de una manera que aún la considero una cobardía, aquí simplemente los hechos se fueron dando sin pensarse Por respeto a mi hijo y no queriendo que creciera alejado de su hermana, su única hermana, pues en algún momento de la vida ambos necesitaran el uno del otro, yo lo dejaba una horas con ella, quién vive con su abuela y su tia (mi ex suegra y mi ex cuñada) una o dos veces por semana; mención aparte quiero decir que con la niña en cuestión, durante el tiempo que viví con su madre, poca relación tuve con ella, no simpatizábamos pero tampoco era una mala relación, digamos era una relación un tanto indiferente, ella de por si no vivió con nosotros, sino con su abuela en otra ciudad cercana, solo estaba unas temporadas en mi casa. Cierta ocasión mi ex me llamo por teléfono pidiéndome de favor yo recibiera un dinero que mandaba a su hija, pues en cuestión de dinero no se fiaba de su mamá y hermana ya que siempre ...

... habían tenido ese problema. Me explicó para que era, aunque no me interesara pero accedí Ese día no nos esperaban, llegue a entregar el dinero a la chamaca y acompañado de mi hijo llegamos a su casa, ella fue quién abrió la puerta y se sorprendió al vernos, sabía que le llevaría su encargo, pero el día que lo haría no, estaba desarreglada como cualquier chica a su edad, vestía una blusa corta enseñando el ombligo, y un short pequeño muy ajustado que le resaltaban sus piernas morenas y sus nalgas redondas, en ese momento me dí cuenta que estaba tomando el cuerpo de una mujercita y estaba dejando el de niña, sin embargo mi pensamiento no fue a más, no hubo ni morbo ni nada, ni siquiera un mal pensamiento únicamente me recordó a las piernas de su madre, cargaba a mi hijo muy contenta y le dije que se lo dejaba unas horas mientras yo daba una vuelta pero me dijo con tristeza que mejor no, ni su abuela y ni su tía no estaban y no tenía que darle de comer tampoco -En ese caso, vamos a comer a algún lugar, yo te invito; pero avísale a tu abuela porque no quiero problemas -Le dije Con una sonrisa acepto y me dijo que se cambiaría de ropa, la esperamos en el auto cuando subió iba con una ropa aun con tintes infantiles. Cabe decir que de un tiempo a la fecha nuestra relación se había vuelto mejor, nos comunicábamos más, me tenía más confianza y hasta consejos me pedía, después de todo ella no tenía culpa alguna de lo que su madre me había hecho, la consideraba al igual que mi hijo una ...