La hija de mi ex mujer (1) - Relatos Eróticos

La hija de mi ex mujer (1)

... víctima más. Esa tarde la pasamos maravillosamente bien, comimos en un pequeño restaurant, después les invité un helado y charlamos mucho, tanto que en un momento dado me dijo que la perdonara, porque a lo mejor la culpable de que su mamá se hubiera ido lejos era de ella por no querer vivir con nosotros, pero que en esos momentos le caía yo mal, que no había podido entender como su mamá se había enamorado de otro hombre aunque ya no viviera con su papá desde hacía mucho tiempo. Le agradecí la sinceridad y le dije que lo importante era que ya nos empezábamos a llevar mejor, pero con su madre no volvería, pero que contara conmigo siempre. Ya estaba cayendo la tarde cuando la pase a dejar a su casa y yo me fuí con mi hijo a mi ciudad de origen, a unos 40 minutos de distancia de ahí. Pasaron varias visitas de mi bebé con ella y aunque no salíamos ya nos teníamos más confianza y comunicación, cierta ocasión en que me tocó trabajar en su lugar de residencia al pasar por una calle escuche que me hablaban al mismo tiempo que me tocaban el vidrio trasero de la vagoneta que ese día me habían asignado en el trabajo, al frenar vi que era ella y con una cara llena de angustia me dijo: -Que bueno que te veo, ayúdame por favor, es que me ocurrió un accidente -¿Qué te pasó hija?¿Qué clase de accidente fue?- Le pregunté alarmado al ver su cara llena de angustia -Un accidente de mujeres, déjame cambiar en tu camioneta. Me dijo, pero con el rostro completamente rojo de vergüenza La invité a ...

... subir y en una calle poco transitada le dije que se cambiara en la parte de atrás, los vidrios polarizados le ayudarían y yo me baje de la camioneta para que lo hiciera con confianza. Una vez que se cambió la lleve a su casa, la deje a una cuadra de distancia y nada de lo sucedido le comenté para no incomodarla. Por la tarde mientras limpiaba la camioneta para entregarla al otro día encontré una bolsa de plástico con algo adentro, al abrirla encontré una pantaleta de color claro con unos dibujos como de princesas y manchada de sangre, era la pantaleta con que había sufrido su "accidente" yo lejos de sentir asco, la extendí bien y la olí, no se porque pero ahora si me había entrado el morbo, mi miembro estaba poniéndose duro y vino a mi mente la imagen de cuando la encontré con su short y blusa corta, recordé sus piernas largas y morenas, sus nalgas ya redondas y sus pechos ya un poco crecidos, como del tamaño de una naranja mediana, mi erección era plena y no lo pensé más, me metí al baño y empecé a masturbarme con la pantaleta ensangrentada, ¡cuándo me iba yo a imaginar que a mis 39 años estaría como un adolescente dándole gusto a la mano con una pantaleta de una casi niña! Por la noche sonó mi celular y al ver que era ella contesté muy serio, y con una voz un poco turbada me dijo: -Oye. es que. mira olvide una bolsa en tu camioneta -Si, ya la encontré, afortunadamente YO la encontré, ¿te imaginas si eso lo hubiera encontrado otra persona en mi trabajo? ¡ hasta la cárcel pude ...