Angel de la guarda (II y final)
Fecha: 08/02/2018,
Categorías:
Hetero
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... dígame, ¿quién va a venir? -No puedo, es una sorpresa. -Entonces deme una pista. La intriga y curiosidad se habían apoderado de Silvia y sus ojos estaban abiertos de par en par, mientras las orejas se paraban para tratar de no perder sonido alguno que surgiera de mi garganta, pero estaba claro que no le daría pistas que le permitieran adivinar sobre la llegada de sus padres y exnovio, porque aunque me pareció inadecuado que éste viniera; me fue imposible convencer a los padres que no lo trajeran para su reencuentro. -Entonces no se hable más, seguiremos juntos. -No, ya no se va a poder. -Pero, ¿por qué? ¡Usted va a estar solo y yo me quedo acá! -No te vas a quedar, de eso estoy seguro. -O sea que ¿me esta botando? -¡No, pero no te vas a quedar! -¿Por qué esta tan seguro? -Tengo mis razones y ahora déjame que me vaya. -¿Va a volver? -Sí, voy a volver. -¿Solo o con su familia? -Ya te dije que sin mi familia. -Entonces, ¡acá lo voy a estar esperando! -¡OK! Si tú lo dices... Me levanté del sofá y me dirigí en busca de mi maleta para el viaje, apenas había dado tres pasos cuando sentí que me abrazaba por la espalda y con tono cariñoso susurrándome al oído daba su sentencia: -No se va a librar de mí tan fácilmente... Sentí sus labios sobre los míos y el beso me erizaba el cuerpo, rodeé su cintura con mi brazo y le respondía a sus caricias, cada fibra de mi ser pugnaba por desistir de mi idea de devolverle la felicidad del reencuentro con sus padres y exnovio, pero por otra parte ...
... sabía que el reencuentro era ya irremediable; probablemente los padres de ella volaban hacia la gran ciudad y el exnovio también venía en busca de su amor, de mi amor, de Silvita. -Salúdeme a su esposa y dele un beso de mi parte; de lengüita... -Ja, ja, ja... ¡OK! Los ánimos de Silvia habían cambiado, creo que todo se combinó para sacarla del letargo en que se encontraba hasta antes de nuestra charla, la curiosidad, la posibilidad de la despedida definitiva, la incertidumbre de no saber de que se trataba la sorpresa que le había preparado, en fin; me fui y sabía que en poco tiempo se reconciliaría con sus padres y quien sabe; tal vez también se reconciliaría con su exnovio y podría rehacer su vida, comenzar una nueva vida. Las fiestas de fin de año fueron estupendas, nunca antes disfruté tanto de la compañía de mis hijos como entonces; la pared entre mi mujer y yo se convirtió en una muralla y finalmente nos decidimos por una separación lo menos traumática posible para bien de nuestros hijos y después de unas merecidas y reconfortantes vacaciones me dispuse a retornar a la gran ciudad. Año nuevo con vida nueva, en menos de quince días me separaba de dos mujeres, con una estuve quince largos años mientras que con la otra; nueve meses, pero ambas dejaron una huella indeleble en mi vida. Al introducir las llaves en la puerta de mi apartamento, sentí una terrible sensación de soledad pues tenía la certeza de que Silvia se había alejado de mi vida definitivamente; abrí la puerta y ...