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El cumpleaños de la tía Eli
Fecha: 10/02/2018, Categorías: Incesto Infidelidad Autor: Lman13, Fuente: CuentoRelatos
... Jess, ¿Sabes que te amo verdad? - Sí, lo sé. - ¿Crees que te haría daño de alguna manera? - No. - ¿Quieres intentar? Si no lo quieres está bien, yo entenderé. - No sé Ana… No sé si amo a Alex como tú… pero… - ¿Pero?... - Pero me gustaría algún día sentir esa libertad de la que hablas… ¿Sabes?... Cuando me acuesto con algún chico nunca acabo. Trato con todas mis ganas, pero… simplemente no pasa nada. Siempre estoy muy tensa… no me puedo abandonar como ustedes. - De acuerdo mi amor, suelta ya al nene. Jamás te obligaría a hacer algo que te haga sentir mal. Puedes estar segura de que jamás te lastimaríamos. Y cualquiera que sea tu decisión nosotras… nosotros estaremos contigo. Si quieres te acompaño a casa. Ven, vamos. Jess no apartaba su vista de nuestro encuentro. - No, Ana. Quisiera… quisiera intentar… si a ustedes no les molesta. - Pero claro que no, amor. Nos harías muy felices. Ana la besó en la boca. Al principio Jess no respondió, pero después de unos segundos devolvió el beso con pasión. Ana desabotonó el cuello del vestido de Jess y le bajó la parte superior sin dejar de besarla. Pasó las manos por su espalda y desabrochó el sostén. Las enormes tetas de Jess cayeron pesadamente sacudiéndose y Ana empezó a acariciarlas con ternura. Se separó de su boca y puso las manos de Jess en sus propios pechos. - ¡Mira nada más que bella eres! ¡Tienes el rostro de un ángel y el cuerpo de una diosa! Levantó sus pesadas tetas y empezó a chupar los pezones después, bajó una de sus ...
... manos a la entrepierna y empezó a jugar con ella. Jess empezó a suspirar y a retorcerse por el contacto. Estuvieron así, tocándose y besándose entre suspiros y jadeos un rato y entonces Ana la hizo ponerse de pie. Metió la mano bajo su falda y puso las manos bajo sus bragas mientras Jess se retorcía con los ojos cerrados. Ana pausó un momento y se las quitó para luego volver a meter la mano entre sus piernas y la masturbó más intensamente. Cuando Jess estaba ya gimiendo, Ana le susurró al oído: - ¿Estás lista? - Jess asintió varias veces. - Se acercó a su hermana y le dijo: - Es el turno de nuestra hermanita, Eli. ¿Le prestas al nene un ratito, mi amor? Eli les dedicó una sonrisa a ambas y se salió. - Anda Jess. ¡Móntalo! - Jess con un poco de inseguridad se levantó la falda dejando al descubierto una hermosa panocha cubierta de vello de la que asomaban los labios interiores, carnosos y abundantes. Abrió las piernas y se montó. Bajó lentamente con expresión de total placer en su rostro y luego empezó a moverse lentamente de atrás a adelante cerrando los ojos con fuerza. - No, mi amor. No. Abre los ojos. Velo directamente al rostro mientras te metes su verga. Velo y reconoce a la persona que te está haciendo feliz. Huele el sudor y el sexo. Siente su respiración, oye sus jadeos. Sigue moviéndote y siente su verga adentro de ti. Siente cada centímetro. No tengas miedo Jess. Tú te lo estás cogiendo a él. El pobrecito no puede defenderse. Lo tienes donde quieres. Haz con él lo que ...