Ninfa Seminal - Relatos Eróticos

Ninfa Seminal

Comenzó una calida tarde a finales del verano. Me encontraba disfrutando de una agradable siesta en la hamaca del jardín, un sábado que había comenzado espectacular, y que no tenía idea de lcomo iba a cambiar mi vida.

Eran aproximadamente las 4 de la tarde. Estaba acostado, acababa de comer una deliciosa pizza que había mandado pedir, pues mi madre Maylin y mi hermana Dalia, con quienes yo vivía, se encontraban en la plaza comercial. 

Mi padre tenía pocos años que había partido a un mejor lugar, se encontraba viviendo en un lugar de la región de Euzkadi, en España. Con regularidad nos enviaba regalos y nos depositaba un dinero a mi hermana y a mí.

Mis padres se habían separado por incompatibilidad de lugares, mi padre adora los lugares relajantes, con poca gente, pero todo lo confortablemente posible. En tanto mi madre le gusta el ruido, la gente, las tiendas, los autos y algo que fue lo que determinó su ruptura, sus inseparables, sus amigas del colegio.

La vida era buena, mi padre es un empresario que después de hacer triunfar su negocio, se dedicó a vivir la vida que él más quería, disfrutar de la paz, la quietud y de sus pasatiempos. No le faltaba nada material, solamente mi mamá, para los que pensaron que los regalos que nos hacía papá era para compensar su ausensia y culpa, nada más alejados de la realidad. Era el pago para evitar que cualquier otro hombre se acercara a ella, y para molestar de vez en cuando a las amigas de mamá.

No se equivoquen, a ...

... pesar de ser unas tóxicas, las tres son unas mujeres bellísimas, aunque solteronas, la única casada y divorciada es mamá. Cómo es que se dió esa amistad, es uno de los misterios de Maylin.

Mi madre es una mujer preciosa de 36 años, es de piel blanca, 1.70 de altura, cabellera negra y larga hasta más abajo de los gluteos, carita ovalada, unos ojos grandes como de princesa de caricatura, una figura esbelta que cuida con esmero, de busto 110 DD, 67 de cintura, y 114 de culo. Sus pies son pequeños tirando a medianos, y aún cuando ya está separada, sigue llevando las uñas algo largas y esmaltadas tal como le gustaba a papá que las llevara. Lo único que sí no siguió haciendo, fue el dejarse crecer el bello del púbis y de las áxilas, como le gustaba a papá. Al menos eso es lo que me ha contado mi hermana.

Dalia es muy parecida a mamá, con sus 15 años, es una fiel copia, sin embargo a como era cuando vivía papá con nosotros. Ella se ha dejado crecer el cabello negro hasta las pantorrillas, lo que a veces le trae pequeños problemas cuando lo lleva suelto, se ha dejado crecer el bello de las áxilas y del púbis y lleva las uñas tal y como le gustaba a papá que mamá lo hiciera. Sus tetas a pesar de su edad ya son de un considerable tamaño, 93 DD, de cintura 56, de culo 95. Se nota que va a ser más tetona y culona que mamá.

Si es que yo no sé como es que amándose tanto, ninguno de ellos quiso ceder.

 Esa tarde, un estrepitoso y estruendoso ruido me sacaron de mi tranquilo rato de ...