1. LOS CUERNOS MEJORARON MI MATRIMONIO


    Fecha: 11/02/2018, Categorías: Confesiones Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... que yo te la mame� ¿Sí? -No, mi cielo� ¿Cuándo me has conocido como asqueroso? Me encanta meterte mi lengua, mi amor, sentir el saborcito de tu ponche en mi boca� y luego quiero cogerte, metértela muy rico, mi cielo, que sientas como me la pones, mi amor�-y me incliné para besarle la panocha y fue en ese momento en que percibí ese olor característico del semen. Una mezcla como de cloro y de amoniaco, ya que así huele semen no reciente. Era claro que otro cabron se había cogido a mi mujer en Xalapa y había pasado la noche entera con él. No sé qué cara pondría yo pero mi mujer lo percibió y en segundos cambio de actitud. Se puso amable y amorosa. Me jaló de nuevo para que me acostara a su lado y me besó muy rico en los labios. Rápidamente metió su mano y apretó mi verga que, por alguna razón que no entendía en ese momento, se me había endurecido como pocas veces. Debía yo estar furioso y sin embargo, el saber que ella me había puesto los cuernos era de alguna forma algo excitante para mí. No sé si a todos los hombres cornudos les pase igual. Dice el dicho que ojos que no ven, corazón que no siente, pero de solo imaginar a mi mujer bien cogida por otro tipo, mi verga se paraba de una forma increíble. Ya no insistí en meterle mi lengua en la cucarachita, y solo me dejé llevar. Creo que ni de novios hicimos lo que esa noche, ya que intentamos muchas posturas y ella respondía muy rico, debo reconocerlo. Pude ver los moretones en sus nalgas, quizá por chupetones o porque aquel tipo ...
    ... se las haya apretado demasiado, y cuando se la metí, sentí cómo mi verga se resbalaba con facilidad en su panocha, y me excitaba saber que el semen que le había dejado el otro tipo era una especie de lubricante para que se la metiera más sabroso. El caso es que terminamos esa noche, me vine de una forma abundante, como casi nunca, y ella lo notó porque me dijo: -Ay papacito, que rico me cogiste, mi amor� ¡Mira cómo se me derrama tu leche mi cielo! De haber sabido cómo me ibas a coger, mi amor, no me quedo en Xalapa� hubieras oído a Doña María bromeando sobre si esa noche iba yo a pasar fríos y esas cosas� ¡Que nos hubiera visto ahorita, creo que hasta envidia le hubiera dado, mi amor!- y yo sonreí, pensando en lo que mi mujer y el otro tipo, que después supe había sido su exnovio de la secundaria, habrían platicado de mí, a la hora de estar cogiendo en Xalapa. No, no nos dejamos si eso quiere saber. Al contrario, ahora creo que somos un matrimonio más unido. Ella terminó por confesarme su desliz unos meses después, y ya hablando con franqueza entre los dos, ella me dijo que con aquel solo había sido sexo y nada más, pero que me amaba a mí. Después de eso nos fuimos de vacaciones a la zona del Caribe y allá nos dimos la oportunidad de convertirnos en un matrimonio abierto, y ella conoció a un hombre estando allá, un negro, y ahí ella cumplió dos fantasías que teníamos. Una de ella, que decía que quería coger con un negro (Creo que no hay una sola mujer que no tenga curiosidad, ...