En el portal
Fecha: 16/02/2018,
Categorías:
Hetero
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
El parque estaba muy transitado hoy. La multitud iba y venia de un lado a otro mientras el tiempo corría lentamente, y enmedio de todo estaba yo ansioso por follarme algún coño que me saliera al paso. Había salido para buscar marcha, y seguro que la iba a encontrar. Mirando mirando seleccioné mi objetivo, era una muchacha no muy alta de larga melena cobriza, que acababa justo en sus perfectas caderas. El contoneo de su cuerpo al andar era irresistible, mi zona baja notó un cosquilleo que indicaba que ella era la chica perfecta para hoy, ella seria mi putita de hoy y complacería mis deseos carnales. La seguí durante un ratito hasta que llegó a su portal. Cuando se disponía a abrir, me acerqué sigilosamente por su retaguardia cogiendola por la cintura y frotando mi paquete ya crecido con su hermoso trasero. Se sobresaltó y giró su cuello para identificarme, pero entonces la besé con frenesí sin darle tiempo a reaccionar. Al principio se resistía y no ofrecía su lengua, mas bien intentaba zafarse de mis brazos que la sujetaban con fiereza, pero pronto supo apreciar la calidad de mi lengua y respondió con un húmedo beso que me puso a tono. Mientras jugábamos con la lengua refregaba mi polla empalmada por su culazo, ella colaboraba con sugerentes movimientos de cintura que casi consiguen hacerme eyacular, pero yo no quería hacerlo tan pronto y me separé de ella por unos instantes. Se dio la vuelta y pude acabar de apreciar lo bella que era. Fui subiendo la mirada por sus largas ...
... piernas, imaginé su coño oculto en su corta minifalda, luego subí un poco mas para observar sus pechos, grandes y perfectamente firmes, y acabé en su rostro angelical, que ahora tenia una mirada perversa que la hacia mas atractiva si cabe. La miré a los ojos fijamente y ella también lo hacia, sin duda había química entre nosotros y me esperaba una gran tarde. Abrió el portal y me hizo una insinuante invitación con el dedo para que la siguiera, no lo dudé ni un instante y me metí en el portal tras ella. Subimos al ascensor y pulsó el 68, había un largo ascenso y no iba a mirarme al espejo precisamente. Inmediatamente la chica se abalanzó hacia mi y nos fundimos en un apasionado choque de lenguas ardientes, ahora era ella quien controlaba la situación y yo me dejé dominar, que me jodiera a su gusto si era lo que realmente quería... Me empotró contra la pared violentamente y me pegué un terrible cabezazo contra el espejo que no se partió de puto milagro, pero no había lugar para el dolor en aquella situación, mi polla era restregada contra su ardiente conejo y mis manos apretaban su culo hacia mi para que el roce fuera mas perceptible. Otra vez noté como el orgasmo venía y dejé de presionar su culo para retardar un poco el placer, algo que a ella la ponía mas cachonda todavía. Agarré sus pechos con ambas manos y les apliqué un masaje circular que la volvía loca, mientras mi lengua localizó en el lóbulo de su oreja izquierda una zona extremadamente sensible que mi talento como ...