1. Jorge, el novio de mi hermanita


    Fecha: 24/02/2018, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... de mirarla con cierta envidia. Hacía meses que no me acostaba con nadie, y el relax de las vacaciones, unido al espectáculo que había contemplado la noche anterior, estaban despertando en mí el irrefrenable deseo de pegarme un buen revolcón. Aún no sospechaba que poco rato después vería cumplidos mis deseos más allá aún de lo que hubiera podido imaginar. Al poco, Laura me anunció que iba a levantar a Jorge, pues su intención era irse al mercadillo. Yo le dije que prefería quedarme. No me gustaba la aglomeración de los mercadillos, y además tenía intención de quedarme para bajar a hacer algo de compra y adecentar un poco la casa. Laura salió con cara de pocos amigos, anunciándonos que Jorge se quedaría porque le dolía bastante la cabeza. Casi sin querer, algo se agitó dentro de mí, ante la noticia de que tendría la oportunidad de quedarme a solas con el novio de mi hermana toda la mañana. Laura, Ana y Luis se largaron, no sin que antes les hubiese encargado comprar frutas y verduras. Me puse a darle un repaso a la casa, a excepción claro está de la habitación de mi hermana. No tardé mucho más de media hora, y después de terminar, me dispuse a darme una ducha. Jorge seguía en su habitación. Cogí algo de ropa, no sé si consciente o inconscientemente, opté por un equipo muy atrevido y sexy, un minúsculo short blanco de talle bajísimo que apenas lograba tapar algo más que unas braguitas, y que dejaba al aire la parte superior de mis huesos pélvicos, y una camiseta blanca de ...
    ... canalé de tirante fino, con un profundo escote de pico, y tan corta que dejaba mi ombligo y casi todo mi vientre al aire. Me vestí casi sin secarme, y al mirarme al espejo pude comprobar cómo el canalé trazaba impecablemente la forma de mis pechos, entretanto que mis pezones, erectos por causa de la humedad de la ducha, se destacaban manifiestamente a través de la tela. Me sentía sensual y seductora. Al abrir la puerta casi me tropiezo de bruces con Jorge, que al toparse conmigo no pudo reprimir un gesto, primero de sorpresa, y al cabo de un momento, de evidente agrado. Sus ojos me recorrieron con descaro de arriba a abajo, deteniéndose un momento sobre mis pechos, y tras musitar un quedo "perdona, creí que no había nadie", entró en el baño y cerró la puerta. Aunque parezca tonto, lo cierto es que me puse algo nerviosa. Empecé a preguntarme si no estaría actuando de modo demasiado atrevido, y si no iba a parecer una perrita en celo en busca de macho. Pero mi vergüenza dejó paso a mi descaro cuando Jorge hizo acto de presencia en la mesa de la terraza, dispuesto a desayunar. Vestía un bañador rojo y una camiseta blanca que se ajustaba a sus músculos y le quedaba de vicio. Le dije que teníamos que ir de compras, así que mientras él desayunaba, me dispuse a tomar un café, sentada en frente suyo. De modo "casual", coloqué mi melena, aún mojada, de modo que algunos mechones cayesen sobre mi pecho, e incluso que la punta de uno de ellos se colase por dentro de mi canalillo. Me las apañé ...
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