Visitas inesperadas - Parte 3 - Relatos Eróticos

Visitas inesperadas - Parte 3

... tranquilizarme y por consiguiente no dejaba de mirar las maniobras y mañas tanto de mi tía que ahora sabía que estaba involucrada y de mi primo, quien por cierto durante el resto de la mañana no se despegaba de ella, ni en la cocina, ni en la sala, ¡pero qué molesto¡ Además para aumentar mi tormento, mi primo en todo momento le recordaba lo guapa que era. Ya en la tarde, los cuatro estábamos sentados juntos en el sofá, yo junto de mi tía y él a lado de mi madre. El muy astuto se las ingeniaba para pegarse lo suficiente a su voluptuoso cuerpo y así disfrutar de roces discretos a aquellos monumentales pechos, unos que por no tener brasier evidenciaban sus pezones gruesos con el contorno de sus aureolas. Incluso el muy descarado aprovechaba los pequeños sobresaltos de la película como los sustos o momentos inesperados para tocar con osadía sus piernas desnudas. Mi tía por su parte ante estas escenas y con una exageración evidente utilizaba sus brazos e incluso sus piernas para montarse sobre mí, no obstante lo que siempre me lograba inquietar e incluso olvidarme de mi tía era la actitud tan “inocente” y juguetona de mi madre, pues aunque a veces mi primo sobrepasaba con aquellas caricias ella sólo se limitaba a sonreír. ¿pero por qué? ¿Acaso la actuación de mi primo era suficiente ? ¿Su plan era aprueba de tontos? Cuando la película por fin terminó se acordó que iríamos a pasar lo que quedaba del día en la piscina de la casa Por mi parte me puse un traje amplio a la altura de ...

... mis rodillas, un par de sandalias sencillas y mis muy útiles goggles (nunca faltan jejeje). Mi primo por otro lado también se puso sandalias sencillas, pero a diferencia de mí, traía un traje de baño ajustado y muy traslucido jajaja, se veía muy gracioso. Mi tía como era de esperarse se puso un bikini muy llamativo azul marino con faldita corta incluida. Verla así a ambos nos excito muchísimo, sobre todo a mí, pues aquellas piernas tan ricas y perfectas estaban en todo su esplendor, vaya que sus muslos, pantorrillas y chamorros eran de admirar, tan esbeltas y largas. Mientras aún seguía de morboso mirando a mi tía, su perfecta cintura, hombros y espalda, de pronto un gritito me sacó de mis cabales -¡Josecito! Me estás poniendo nerviosa con esas miradas tuyas ehh jajaja- rio divertida- ¿Acaso te gusta lo que ves? ¿Te gustan mis piernitas? Yo nervioso por sus preguntas me limite a asentir con la cabeza. -jajaja, ay mi vida me halagas mucho, eres un amor- dijo con un tono que me excitó -bueno al menos aún a mi deseosa tía le intereso- pensé -Para mamá- dijo mi obeso primo- no ves que lo estás intimidando jajaja-rio divertido -¿Enserio te intimido? Se acercó a mí con lentitud destacando en cada paso los movimientos de sus apetecibles piernas- pero no debes hacerlo mi corazón, no muerdo ni nada jajaja, bueno a veces, pero en otras circunstancias jajajaja- rio con mucho entusiasmo De pronto dio un brinquito acompañado de un giro, caminó meneando su trasero con descaro para luego ...