Alicia y Cristina - Relatos Eróticos

Alicia y Cristina

... mejillas, a su vez, trazando el contorno de su pequeño culo, rematando a lo largo de la grieta entre esas pequeñas mejillas dulces. Alicia chilló de alegría cuando mis manos suaves estimularon su tierno cuerpo. Ella se estremeció de emoción por anticipación del placer que seguiría. ‐ Tócame por todas partes con las manos y con la lengua. Con eso me pondrás tan caliente que lo único que voy a querer es tu pene entre mis piernas. Sus aspiraciones eran más allá de las de un niño. Me daría cuenta más tarde y ella lo confirmaría, que había sido entrenada por su madre, para animarme de la mejor manera Su cuerpo esbelto era impecable, desde la punta de los dedos de los pies a la parte superior de su cabeza. Sus brazos y piernas delgadas eran tan maravillosamente infantiles. Exploré cada pulgada de su cuerpo. Sus pequeños pezones hinchados eran perfectos, de hecho exquisitos. Su cuello de alabastro, su pecho suave, su pequeño vientre plano, sus piernas delgadas, la pequeña vulvas adorable entre ellos. Su cara, incluso sus pies eran todos perfectos y deliciosos para acariciar. Mis manos exploraron su cuerpo sensual totalmente, pasando muy lentamente y suavemente sobre sus hermosas pequeñas tetas ocultas, sobre su pecho delgado y suave, su cuello, acariciando su hermoso rostro. Entonces, mientras observaba, mi dedo estaba dando vueltas hacia abajo, hacia su pequeña vulva, Hacia los pequeños labios de la vulva de Alicia. Sentí la suavidad de su tierna área púbica. La piel suave ...

... cedió a la presión suave de mi tacto. Mi dedo se movió en la grieta entre esos pequeños labios de la vulva. Me encontré la apertura de su pequeña vagina. Estaba mojada, estaba empapada en sus propios jugos sexuales. Movió las piernas separándolas mientras veía a mi dedo desaparecer en la apertura. Mi dedo había entrado en su pequeña vagina, estaba sintiendo el interior de la vagina de esta niña. Otro sueño se había hecho realidad. Era todo lo que había fantaseado. Húmeda y suave al tacto, con una textura suave, diseñado por la naturaleza para masajear el pene de un hombre mientras se movía dentro y fuera de su cuerpo. Observe fascinado por la vista y las sensaciones también, como mi dedo se movió alrededor y dentro y fuera de su pequeño cuerpo. Quería explorar esta niña con la lengua también. Me acerque besando sus hermosos suaves labios, su lengua se movía en mi boca y me chupó, tratando de tirar de ella profundamente en mi boca, yo empuje mi lengua en su pequeña boca hambrienta. Podía sentir la pasión crecíendo en su tierno cuerpo joven. De mala gana me separe de esa jugosa boca infantil, baje a su mentón lindo, lamiendo su cuello delgado y encontrándome una vez más su hermoso suave pecho delgado. Entonces mi lengua acariciaba sus pequeños pezones hinchados de nuevo y ella respiraba más rápido. ‐ Sí! ¡Sí! Se siente tan bien. Mi lengua se mueve a través de su piel blanca y suave, ayudo a que se desarrollen sus pequeños pechos lamiendo y chupándolos tan fuerte como puedo sin ...