Laura, mi ex cuñada
Fecha: 04/03/2018,
Categorías:
Confesiones
Autor: Alexander0022, Fuente: CuentoRelatos
Para mi primer aporte a la página me detendré en contarles mi experiencia con mi ex cuñada Laura, las cuales fueron varias, pero relatare solo las más relevantes y calientes. Hace algunos años, creo que ya serán unos 5, salía con una chica llamada Karen, salir acá en Argentina se refiere a entablar una relación más seria con una persona, un noviazgo; yo en ese entonces tenía 20 años y Laura 27, actualmente tengo 25 y ella 32, bien, no duro mucho la relación con mi novia, por cuestiones que no vienen al caso. El trato con Laura, que en ese entonces era mi cuñada, siempre fue de saludo y solo algunas conversaciones, creo que ambos nos guardábamos respeto y tampoco había temas relevantes de conversación. Pasado el tiempo, se me fue despertando una cierta calentura, para ser directo, hacia Laura, y que a medida que transcurrían los días se iba intensificando, ya no perdía oportunidad de mirarla detalladamente cuando mi novia no se daba cuenta. Laura, es de piel blanca, cabello negro ondulado y bastante largo, en ese entonces su cuerpo para que puedan tener una idea, no era ni delgada, ni gorda, estaba en el punto medio, para mí, exquisito!!; sus senos medianos, pero su cola es perfecta, grande y redonda. Sus labios finos y usa anteojos. Mas pasaba el tiempo y era peor mi calentura por mi cuñada, llegue hasta el punto de masturbarme por sus tangas cuando entraba al baño, en las oportunidades que estaba en casa de mi novia, esas tanguitas infernales que usaba, a cuanto una más ...
... chica que la otra. Cada vez que me quedaba a dormir en la mañana cuando ella iba a trabajar aprovechaba que mi novia dormía para ir a la pieza de Laura y hurgar en su ropero, para poder masturbarme nuevamente con sus ropas sexis, polleritas, etc. Estaba hecho un loco por ella. Una vez que mi relación había terminado con mi novia, nunca más supe de ella ni de Laura, me había quedado con la calentura terrible de alguna vez poder hacerla mía, aunque sabía que sería muy difícil, pero no imposible. El año pasado, abril de 2016, caminando por una de las plazoletas de la ciudad, me crucé a Laura, nos saludamos como dos conocidos que se encuentran después de mucho tiempo, estaba preciosa, mas moldeada, tenía puesta una calza apretadísima color azul, que dejaba ver su cola espectacular; me dijo que salía a hacer ejercicios, la verdad, se notaba que venía desde hace un buen tiempo haciéndolo; me pregunto a que gimnasio iba, ya que entreno hace unos cuantos años; y nos contamos cada uno más o menos de nuestras vidas. Cuando nos despedimos, no dude en pedirle su número de celular y proponerle tomar algo en algún momento y charlar mejor, a lo cual ella accedió con gusto. Ya se imaginaran, mi calentura volvió a nacer de golpe! jajaja!. Deje pasar unas semanas o mas quizás para escribirle, no quería parecer el desesperado molesto de escribirle enseguida, pero cuide que no sea demasiado tiempo, como para que no pasaran sus ganas de compartir algo conmigo. En esos días, en los momentos que tenía ...