Historia de primos hermanos (7): Encuentro
Fecha: 18/09/2017,
Categorías:
Incesto
Autor: pepeluche75, Fuente: CuentoRelatos
Entonces se subieron al autobús, como era verano, el calor entraba a través de las ventanas y se filtraba por las cortinas, se sentaron en la fila de atrás, nadie los conocía ni sabía nada de ellos; a los ojos de los demás solo eran una pareja rumbo a casa. Él no se aguantó y comenzó a besarla, de esa forma que llega a ser algo incomoda ver, se notaba que su lengua entraba en su boca y jugaba con sus labios a la vez que su beso se perdía, parecían besos de jóvenes de 15 años, provocadores, irreverentes, atrevidos y llenos de deseo, sabían que al llegar al final del recorrido sus bocas estarían besando otras partes de sus cuerpos, el calor se le había subido al rostro y eso lo puso aún más caliente a él, que sabía reconocer esos tonos en su rostro después de una gran actividad sexual, donde sus mejillas acusaban una actividad física intensa. Entonces y producto de los besos, el comenzó a sentir como su verga se ponía dura, quedando atrapada en su pantalón, y ciertamente deseoso, su provocación fue tal, que tomando la mano de ella, sin que ella se percatara de sus intenciones, la poso dejándola justo sobre su verga, ella al sentirla, soltó un “uyyy” que señalaba el deseo de tenerlo, su mano lo apretó firme y le dijo, “no puedes ser tan malvado”, y ella, puso sus labios en torno a su lengua, y comenzó una succión, mientras frotaba su verga sobre el pantalón, simulando con su boca una mamada, esto lo puso muy prendido, ya que era evidente el mensaje de querer tener su verga ...
... metida en su boca. El calor entre ellos era evidente, se notaba que ella estaba excitada, y él a su vez, cada vez que ella iba acercándose, tenía una erección más firme. En esos besos mágicos se perdían del tiempo y espacio, tanto que el viaje se hizo corto. El acerco su mano sobre su rodilla, y muy suave quiso comenzar a subir, pero la mano de ella un poco más arriba pondría freno a tan mal intencionada maniobra, con la calentura se había puesto más osado y audaz, pero ella siempre mantenía la compostura cuando había público presente. Ella tuvo que frenarlo y decirle que se comportara, que al momento de ponerse de pie su erección sería demasiado evidente, así sentado, parecía el pliegue del jeans, pero de pie, se notaría como parante de carpa. El volvió en sí, y trato de relajarse, estaba tan prendido que hubiera sido capaz de soltar su cremallera y dejar su verga al aire para que ella hubiera hecho lo que quisiera, en cierta medida era una competencia de provocación y limites, los cuales habían dejado atrás, ella tenía un vestido ligero de verano, dejaba ver sus rodillas y sus brazos quedaban al descubierto, su ropa interior se marcaba un poco mostrando su figura privilegiada, su cabello lo tenía tomado en una trenza, la que le daba cierta frescura en la parte posterior de su cabeza. El punto de descenso del autobús estaba próximo, y él se acercó al oído solo para decirle que quería ver su boca ocupada con su miembro dentro, solo recibió una mirada y un pequeño uffff. Se ...