La Gran Mamada
Fecha: 05/03/2018,
Categorías:
Gays
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Autor: Anonimogay La Gran Mamada Te contare que habíamos planeado el viaje por tierra como 400 km. por carretera, en el camino Joseph me pasó a buscar y al poco rato de salir de la ciudad ya estabamos conversando sobre lo fantástico que era poder estar solos sin nuestras respectivas parejas. Era un atardecer espectacular Joseph llevaba unos pantaloncitos cortos como siempre, por el calor del ambiente que superaba los 30 grados celsius. Yo estaba vestido con ropa normal pero pronto cuando ingresamos a la carretera, empece a cambiarme mi tenida regular de pantalón y camisa por unos shorts cortitos y una polera de manga corta que llevaba exprofeso fuera de mi equipaje, en el momento que me sacaba mis pantalones para cambiarme noté de inmediato que la mirada de Joseph se dirigío al calzoncillo que me estaba quitando pues me gusta quedar solo con mis shorts que dejaban ver algo de mis partes púbicas que sé que le gustan mucho, en ese momento no pudo evitar poner sus manos en mi culo, que como siempre está blanquito y suavecito, lo que me agradó sobremanera pues ya me estaba augurando un viaje de puro placer, además yo sabia que si me cambiaba en el auto se iba a entusiasmar y deseaba irlo preparando para mi mas grande y lujurioso paseo de fin de semana. Conversamos durante un rato sobre nuestras respectivas actividades y nuestras parejas que sabian que ibamos juntos, sin tener indicios de nuestros mas íntimos placeres. Empezando a oscurecer y entrando en un letargo que comenzaba ...
... a relajarme decidí acomodar mi cuerpo de manera tal que el cinturón de seguridad no me fuera muy molesto, así pues pronto acerque mi mano a su pierna que estaba con el pantaloncito arremangado y pude comenzar a acariciar su magnifica herramienta, un instrumento que maneja con maestría cuando se trata de acariciar el interior de mi cuerpo. Para acomodarlo mejor abrí su cierre y solté su cinto para que aflojara el pantaloncito y apareciera lo mejor de él, Cuando lo comencé a acariciar se fue poniendo duro de una forma espectacular mostrando sus dotes de grandiosidad con unos talvez 19 o 20 cm que ahora estaban en toda su longitud y que mi mano acariciaba y masturbaba suavemente para evitar que acabara en un inadecuado momento pues él ya venia algo caliente. Durante un largo rato estuve acariciandolo con mi mano disponible pues estaba amarrado con el cinturón de seguridad, hasta que no aguanté mas y corrí por sobre mi cabeza el dichoso cinturón, acerque mi rostro a su regazo que empinaba una verga en todo su esplendor. lo tiene blanco, largo con un capullo rozado hermoso y muy suave de un sabor casi dulce indescriptiblemente sabroso algo que solo entenderá quien haya probado un buen pedazo de polla. No más acerqué mi rostro, mis languetazos pronto comenzaron a llegar y no pude esperar, me lo metí entero en mi boca, que se lleno de su montón de carne. Que rico lo tiene, lo saboreaba por todos lados mientras conducía el vehiculo a mediana velocidad pues lo notaba poco concentrado ...