La Gran Mamada - Relatos Eróticos

La Gran Mamada

... en la conducción, de vez en cuando lo sacaba para pasarle mi lengua por su delicioso capullo que estaba hinchado y con unas ganas tremendas de eyacular pero lo dejaba tranquilo y le acariciaba sus huevos grandes y llenos de leche que esa noche seria todo para mi. Después de un buen rato de chupar y acariciarlo Joseph detuvo el vehiculo en la berma y sin decir agua va se metió mi pene en su boca y empezó a darme una buena mamada, debió ser muy corta porque yo alcanzaba a ver algunos vehiculos que disminuian la velocidad unicamente para ver algo de lo nuestro, por lo demás si me hacia acabar a la primera, mi paseo se relajaria demasiado, ante lo cual preferí que continuáramos pues resultaba algo peligroso que nos asaltaran o peor aun que nos pillaran violando la ley. Continuamos la marcha y a cada rato yo le daba una breve mamada para mantenerlo duro, recordamos que debiamos pasar a comprar condones y algo para alimentarnos, para no usar la palabra comer pues eso ya lo estaba haciendo, compramos condones, lubricante para el culo, productos para afeitar, una botella de chocolate liquido, galletas, cerveza, gaseosas y demases para nuestro viaje. Pasó el tiempo conversando y acariciandonos casi desnudos dentro del auto hasta que por fin llegamos al hotel que teniamos con habitación reservada. Por fin solos en el hotel con dos enormes camas, la pedimos así para que no pensaran que éramos maricones, después de todo hay que guardar las apariencias. En cuanto cerré la puerta y las ...

... cortinas nos abrazamos y nos besamos como en un mágico sueño de tener a alguien que deseas con tanta pasión, era una oportunidad especial pues teniamos varios dias para estar solos, para satisfacer nuestros deseos tantas veces pensados y conversados sin tener la oportunidad de realizarlos. Me beso con fuerza abrazándome y acariciandome al tiempo que me desnudaba, fue un beso largo apasionado en donde nuestras lenguas se revolcaron demostrando nuestros mas golosos deseos de comernos mutuamente, mientras el me sacaba mi polera ya mi short estaba en el suelo, yo le abrazaba y continuaba besándolo mientras me acariciaba y apretaba mis nalgas presionandome y juntando mi pene con el suyo que ya estaba duro a punto de estallar, me separo un momento de su boca para buscar mi erguido pene que por fin lo podía poner tranquilo en su boca y mamarlo como nunca antes lo habia hecho, casi a punto de acabar le recordé lo rico que seria bañarnos juntos, me dejo la polla en el momento justo antes de acabar, agradeciendole el gesto pues luego me costaría mucho volver a levantarlo, ya que llevabamos muchas horas de viaje aparte que ya era muy tarde y veniamos de trabajar. Nos fuimos a la bañera y comenzamos a mojarnos y acariciarnos, jabonándonos y besándonos hasta que me dieron ganas de orinar, me pidió que lo hiciera en su boca se recostó como pudo en la bañera y comenzé a hacerlo aunque con muy poco pero suficiente para mojarlo y para que después el me manguereara con su liquido caliente en mi ...