La isla de los placeres mortales (Enter the Dame) En 120.0
Fecha: 07/03/2018,
Categorías:
BDSM
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
(Cap.1°: Contrato para matar) Capítulos 1 al 4 Eran minutos antes de la medianoche, el lugar, un club nocturno en el sector del “downtown” en las cercanías del puerto de Miami, en Florida, desde donde se podía oír el sonido característico de las sirenas a esas horas, algunas policiales en posibles alarmas de persecuciones, y otras de vehículos de emergencia que transitaban por las avenidas y calles aledañas al lugar, formando con esto la típica disonancia sonora que acostumbran escuchar los habitantes de las grandes ciudades en las zonas de agitada vida nocturna a estas horas de la noche, y esta no era la excepción. Los parroquianos del local ya ocupaban los espacios de las primeras ubicaciones, que obviamente eran las más cercanas al escenario mientras miraban el número del momento, que congregaba a un público de entusiastas a los shows de desnudistas y afines, en donde pueden manifestarse mientras se echan un trago o más charlando animadamente. El espectáculo era un combate del tipo “catfight”, entre una espigada y atlética latina, y su oponente, una madura rubia con características anglo; no muy agraciada, fofa y entrada en kilos, claramente en desventaja física, y en atributos. La función se realizaba dentro de una jaula formada por artificiales cañas de bambú, con lo que forzadamente trataban de darle un aspecto selvático del tipo cinematográfico, pero para lo que realmente servía, era para evitar el ingreso de los entusiasmados y casi siempre ebrios que querían ...
... participar del espectáculo, lo que en algunas oportunidades un grueso referí llamado Miguel se los permitía, para darle un incentivo mayor al vulgar show, además de prolongar el mismo, excusa válida por el tiempo que se demoraban en sacar del escenario a los obstinados parroquianos entre las risas y gritos del resto de los clientes. En el plató el suelo de la jaula estaba acolchado con una mullida alfombra de brillante pasto, naturalmente sintético, que servía para aminorar los efectos de las caídas de las chicas, del mismo o de un material similar eran unas palmas en las esquinas del recinto, con unos bongos de cartón dispuestos bajo estas. Todo este “creativo” decorado parecía haber surgido de la imaginación de un adolescente entrando a la pubertad, completaba la ambientación del local, la gran humareda producida por los fumadores, a pesar de la reiterada prohibición de no hacerlo dentro del local, además del característico y fuerte olor a cerveza y otros tipos de bebidas alcohólicas que invadía el mismo. La rubia visiblemente estaba perdiendo el encuentro, la morena en cada oportunidad que tenía la ridiculizaba; parodiando sus torpes movimientos, haciéndole zancadillas, o bien propinándole rápidos golpes en el rostro, y en las nalgas, para acto seguido saltar hacia atrás o a los lados haciendo ineficaz la lenta reacción de la rubia que se esforzaba inútilmente en alcanzarla, provocando con esto, las risas de los espectadores, sobre todo de los que estaban situados a un costado de ...