La isla de los placeres mortales (Enter the Dame) En 120.0
Fecha: 07/03/2018,
Categorías:
BDSM
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... que lo hiso “La loca”; como bailarina y luchadora en shows del tipo catfight, para dedicarse veladamente a su verdadera función, como era la de cooperar con el cártel. Durante el tiempo que tenía por delante, y según lo charlado con Pierre su reclutador, Paula se alejaría entonces, alrededor de un par de semanas del medio, la muchacha se dedicó a reorganizar todos sus compromisos, y no era solo el show en el club, ya que este lo utilizaba (como ya se sabe), al igual como lo hiso “La loca”, para encubrir su actividad delictiva, razón principal por la que se encontraba en el país del norte, la que era rentable, ilegal y peligrosa, trabajando para el cártel de la droga sudamericano; eliminando la competencia, creando los nexos necesarios para facilitar la entrada de la droga por las costas de Florida, asegurando el tránsito de esta por vías más confiables, recibiendo los envíos de las mismas y distribuyéndola entre los traficantes minoristas del lado atlántico. Paula había encontrado en su tocaya, la orientadora natural para el tipo de vida que quería llevar, incluso participar en números de lucha femenina de fantasía, para encubrir su otra actividad, lo cual fue ingeniosamente concebida y realizada por la madura Paula, y que después la joven, una vez que se hubo encargado de estas tareas la asumió perfectamente, como asimismo conseguir mejorar sus habilidades combativas, con la práctica de las artes marciales en competencias deportivas legales, las que habían sido motivadas ...
... por su madura homónima hace un tiempo atrás en Colombia, para beneficiar sus otras ocupaciones ilegales. Paula comunicó de su ausencia a sus jefes y a Miguel su actual coparticipe en el tráfico de ilícitos, aduciendo que viajaría fuera del estado, para concurrir a un evento “Deportivo”, como acostumbraba comunicar también la madura Paula cada vez que se ausentaba para participar en alguna competencia de verdaderas competencias en estas ligas, pretexto que usaban también para los encuentros, “underground” privados, en los cuales tanto mujeres como hombres participan con más o menos discreción, según sea el grado de truculencia que puedan tolerar y aportar, los que económicamente son más lucrativos mientras más violentos sean, no obstante tenían el inconveniente de terminar contusas en algunas ocasiones, pero que bien valían la pena, no solo por las retribuciones recibidas, sino también por la ocasión de poder dejar salir sus salvajes instintos naturales de sádica castigadora, donde podía golpear, aplastar y hacer sufrir a su oponente, en un escenario con muy pocas reglas, limitadas tan solo por la rendición de su rival, o un sufrido “knock-out”. De todas maneras el pretexto fuera válidamente deportivo o no, sus jefes serían los menos indicados para cuestionar a tan caras colaboradoras, es más, en no pocas ocasiones ellos mismos alentaban a su personal a participar en estas actividades, que beneficiarían a la postre su actividad criminal. Con toda su documentación en orden, Paula ...