La isla de los placeres mortales (Enter the Dame) En 120.0
Fecha: 07/03/2018,
Categorías:
BDSM
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... angosta orilla de playa de unos treinta metros de extensión; rodeada en todo su perímetro inmediato por rocas, haciendo imposible el acceso por sus costados. A un extremo de la playa existía un pequeño atracadero de piedra, junto al que flotaban unos botes con motores fuera de borda, distanciado de ahí a unos cincuenta metros desde la orilla, estaba la zona máxima de calado, en donde habían fondeado la embarcación, donde se encontraban dos más de similares dimensiones. Uno de los botes salió al encuentro de los pasajeros, mientras estos terminaban de arreglar sus pertenencias. En el primer viaje abordaron Seba, Rouge, Hans y Manuel, “los dos últimos iban como custodios de las castigadas”. Después de dejarlos en el muelle, el piloto regreso al yate unos minutos más tarde, abordándolo esta vez; Paula, Ebba, “Killar”, “Sadie” y Theodoridis el capitán, llevándolos hasta el muelle, en donde esperaban los demás. Junto al grupo que desembarcó primero, estaban dos altas mujeres ataviadas con vestimentas de cuero negro, equipadas con un bastón, una daga y un arma de fuego al cinto, al más puro estilo de las mujeres espías de una película de acción, esto ratificaba la exposición que le había hecho la sueca en alguna ocasión a Paula, sobre las caras excentricidades de Karl Hermann, de sus gravosos juegos y fantasías, las que compartía con sus asociados, en estas clandestinas funciones encubiertas como competencias deportivas. Las dos mujeres dada su intimidante indumentaria, no ...
... tuvieron problema en hacerse cargo de la custodia de Rouge y Seba, conduciéndose con hosca y agresiva actitud, apoyadas por Manuel y Hans, quienes fueron trasladadas a su lugar de reclusión, en un sector de la villa, al final de un extenso pasillo; el cual tenía por ambos lados apartamentos, cuatro mayores a un lado y seis menores por el otro. Entorno en el cual debió existir originalmente un antiguo “fuerte”, y luego posiblemente un refugio para marinos, sobre cuyas antiguas ruinas se levantó esta villa. El recinto en que acabaron detenidas estaba aislado de las otras habitaciones, era un celda frente a un jardín que se erguía entre unas rocas, sobre las cuales unas escalinatas de piedra caliza subían hasta los aposentos privados de Karl y Kim, en los cuales, un vigilante armado cuidaba el ingreso; un fornido eunuco africano, al que llamaban “Lothar“, el que también hacía las veces de valet incondicional y guardaespaldas personal de Kim. A un costado del parterre se ubicaba el salón de los “Eventos” que daba frente al mar, el que le había descrito detalladamente Ebba en algún momento a la chica latina. La sueca le explicó a Paula que los cuatro apartamentos mayores eran ocupados por las participantes “Superiores”, unas seis que por lo común venían a los torneos, el mejor y el más grande para las más privilegiadas, los otros seis que dan al frente son ocupados por participantes “inferiores” o “ratas”, y por el personal de servicio, pero solo durante el periodo que duran los juegos. ...