Mi tía Gabita y yo, mi primera vez
Fecha: 08/03/2018,
Categorías:
Incesto
Confesiones
Autor: brandonloredo, Fuente: CuentoRelatos
... tenía entre mis manos. -Ella me decía cada cosa sucia, era evidente que le gustaba el sexo rudo, el hardcore, y que la montaran como yegua, que la domaran y que le calmaran sus ansias de mujer sola. Yo adopte esa costumbre de las palabras sucias, me excita mucho y pienso en mi tía. -Cambio de posición dijo, ya me canse, y se puso abajo y yo arriba, y abrió sus piernas mostrando su monstruo peludo pero riquísimo. Y dejo a mi merced todo, ahora seguía yo, y sin más se la metí toda de un golpe, y empecé frenéticamente a limar, como si fuera un perrillo en celo, yo pensaba que entre más rápido y furioso se lo metiera ella sentiría más rico, y mi tía me dejo con ese ritmo hasta que después de un rato ella me dijo; -No te corras dentro de mí porque me haces un hijo. Ok tía no te preocupes. Yo seguía como perrillo metiendo y sacando la verga de ese nido de pelos, pero tan rico que se sentía que jamás pensé que pudiera haber sensación más ardiente. Lo bueno aun no empezaba. Ella disfrutaba también gimiendo levemente. –cógeme, cógeme más, pedía. -De pronto sentí tremendos espasmos en los huevos como una corriente eléctrica que bajo por mis piernas hasta los pies, yo apretaba las tetas de mi tía, mientras mi verga amenazaba con explotar, ella sintió mis estertores y se zafó, yo se la saque y aquello exploto!!! Un tremendo orgasmo reprimido tanto tiempo, hizo erupción, y no fueron chorros, sino disparos de semen, uno tras otro, que le llego hasta el rostro de mi tía, sus tetas ...
... quedaron salpicadas, su pelo y sus piernas. -wooow, grito mi tía, la traías atrasada perico, mira nomas que batidera dejaste, ella tomo tollas de papel y se limpió cuidadosamente aquella lechada, luego se metió mi pito en su boca y me los limpio con la lengua, mi verga seguía igual de tiesa o más. Ella noto que mi verga no disminuía y abrió los ojos y dijo pícaramente; -Vaya que potencia traes sobrinito, esa cosa no llena, -métela. Y ahí va otra vez, -ahora con más calma yo te enseñare algo, no la metas tan rápido, me dijo, -siente esto que te voy a hacer espera!! La metí suavemente poniendo mi mente y concentración ahí en la cabeza de mi pene, y pude apreciar y sentir como si una mano me lo apretara, cada vez que lo sacaba, algo lo detenía, esto era lo que algunas mujeres tienen que vulgarmente llaman “perrito” o sea control de los músculos de la vagina. -Así, así despacio babe, me decía melosamente mi tía, mientras me empujaba tomándome de las nalgas y llevando el ritmo de la cogida. –Así, hazme gozar periquito, métemela toda, y empezaba con sus palabras sucias que tanto me excitaba -Poco a poco fuimos incrementando la intensidad, hasta que llegado el momento nos desatamos frenéticamente, yo empujándosela en su cueva ardiente, ella gritando y diciéndome cosas ricas al oído, y así llegamos a otro orgasmo juntos, la leche dentro de su vagina, otra vez los disparos de leche que dieron en el mero centro de su puchita ardiente. -Eres tremendo amor me dijo al oído, mientras me abrazada ...