1. Chica en la carretera


    Fecha: 10/08/2023, Categorías: Transexuales Tus Relatos Autor: Arruro, Fuente: RelatosEroticos-Gratis

    ... mujeres con envidia. Yo iba que no cabía de orgullo. 
    Comimos, nos tomamos unos tragos y ya medio mareados, nos empezamos a acariciar y a besar, de manera discreta desde luego. Terminados de comer, pagamos la cuenta y ya me urgía llegar al hotel porque quería poseerla. Ya no aguantaba las ganas de besar sus pechos, mamar su panochita y meterle el miembro hasta el fondo. 
    No terminaba de cerrar la puerta de la habitación cuando nos fundimos en un abrazo y un beso que prácticamente nos succionabamos. 
    La empuje suavemente hacia la cama y para eso ya le había bajado la cremallera del vestido. Prácticamente le arranque el sostén y me deleite besando y chupando sus tetitas bien paraditas. La acosté y me desnudé completamente. Ella todavía estaba con el vestido a medio cuerpo. Se lo quité completamente y me dispuse a hacerle los honores a su conchita. Cuál sería mi sorpresa que al bajarle la tanga, en lugar de panocha traía entre sus muslos una verga grande y gruesa que me dejó pasmado y sin habla. Cabe mencionar que la lujuria se me vino abajo, porque era lo que menos me esperaba encontrar. 
    Yo siempre supuse que era mujer porque sus facciones eran finas, su cabello natural, sus piernas bien torneadas y la voz muy femenina. 
    Me quedé sin habla y sin saber que hacer. Ella se deshacía en disculpas porque pensó que yo sabía o intuía que ella era transexual. Pensé muchas cosas, inclusive en correrla.
    Quiero aclarar que en otras ocasiones ya había tenido encuentros sexuales ...
    ... con otros hombres y que no me desagraba el sexo gay. Lo que si es que estaba anonadado.
    Estábamos los dos sentados desnudos en la cama. Ella me empezó a acariciar la pierna y mi miembro empezó a pararse de nuevo. Sin decirnos nada más, ella se inclinó y me puso los labios sobre la verga y me dió una rica mamada. Se me olvidó todo lo demás y disfruté mucho de su boca, que por cierto era una experta en esos menesteres. Me acostó en la cama y ella se montó sobre mi miembro y empezó a moverse primero lentamente y después más rápido hasta que me hizo terminar profusamente emitiendo un sonido gutural que lo más seguro es que se haya escuchado en todo el hotel.
    Ella se bajó y se recostó. Yo quedé exhausto por un buen momento. 
    No tuve conciencia del tiempo porque quizás me quedé dormido. Estaba acostado de lado. De repente siento que me están acariciando el pecho, la espalda, las nalgas y el culo. Se sentía rico y me dejé llevar. 
    Me separó las nalgas y me fue introduciendo un dedo ensalivado hasta que lo tuvo hasta el fondo. Mientras me besaba la espalda y me sentía yo muy exitado. Poco a poco se fue acomodando de manera que su miembro me empezó a rozar el ano que para ese momento sentía que me palpitaba añorando ya la penetración. Me colocó la cabeza de su verga bien lubricada con saliva en la entrada de mi culito ansioso. A pesar de que yo quería que la metiera no entraba debido al grosor de su miembro. Siguió intentándolo y yo cooperando hasta que por fin logro meterme la ...