1. Un cuento de navidad


    Fecha: 11/03/2018, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    El viaje inicial Sábado Por fin había llegado el día, la víspera de navidad, con la debida anticipación habíamos planeado nuestra cita y nos veríamos para cenar y recibir juntos el día de navidad. Yo me levante muy temprano para ir a esperarte en el vuelo en que llegabas, a las 10:30 horas tu avión tocaba suelo y luego de unos minutos nos encontrábamos dándonos un fuerte abrazo y un beso, olvidándonos del resto de la gente que a nuestro alrededor corría apresuradamente. Para nosotros el tiempo recién comenzaba, pues pasaríamos juntos una semana completa. Nos soltamos y saludamos alegremente de poder estar juntos otra vez y te invite a tomar el auto para partir hacía el lugar donde pasaríamos esta celebración. Pusimos tu maleta en la caja del auto y te abrí la puerta para que subieras, luego subí yo y encendí el motor para iniciar el viaje rumbo a Viña del Mar. Conversamos gratamente mientras tomaba la carretera en dirección a la costa, tu mirada permanente en mis ojos y en mi cuerpo me excitaba y te lo dije. Te reíste y me dijiste que estabas feliz de estar conmigo y que no perderías ocasión de demostrármelo. Así entonces comenzaste a desabotonar tu blusa, el aire que entraba por la ventana comenzó a sacudirla y poco a poco la curva de tus pechos se hizo notar, divertida me mirabas y comenzaste a acariciar tus pechos suavemente logrando estimularlos, los pezones reaccionaron ante tus manos y mi mirada erectándose, dándome así una visión de dos pechos deseosos de ser ...
    ... tomados, estire mi mano y toque la piel que envolvía esos pechos y pellizque ambos pezones que parecieron endurecerse aún más. Así las cosas mi cuerpo reaccionaba y tu quitando mi mano de tus pechos me dijiste que prestara atención al camino y que me calmarías, cubriste tus senos con la tela de la blusa sin abotonar y te reclinaste sobre mi pierna usándola como una almohada, y tu mano empezó a deslizarse por mi pierna acariciándola hasta llegar justo sobre mi bulto endurecido, sin dudarlo tomaste el cierre y lo bajaste y tus dedos comenzaron a hurguetear entre la ropa hasta tomar contacto con mi sensible piel, con tus dedos recorriste la forma de mi sexo dibujándolo. Sacaste entonces tu mano y ahora con las dos, soltaste el cinturón, el botón del pantalón, y soltaste todo y me pediste que me levantara solo un poco en el asiento, al hacerlo deslizaste mi pantalón y luego poco a poco me lo quitaste, solo me dejaste con mi slip que apenas cubría la excitación que me provocabas. Luego acariciabas mi sexo sobre la tela, excitándolo más y más y me preguntabas como me sentía - apunto de estallar, te conteste - y te reíste y me soltaste por unos momentos y me decías que me relajara y no perdiera de vista el camino. Luego te sentaste otra vez y mirándome me dijiste que me querías muchos y que me ibas a dar puro placer durante todo el tiempo que estuviéramos juntos... y hablándome así te quitabas la blusa descubriendo tu torso y liberando tus pechos ricos, me miraste y tomaste en tus manos ...
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