Un cuento de navidad
Fecha: 11/03/2018,
Categorías:
Hetero
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... piernas aferrando mi pene y apuntándolo a la entrada de tu vagina y tan pronto sentiste el contacto de tu cuerpo con el mío atrapaste mi sexo en un a profunda penetración que te llevo de inmediato al orgasmo, el cual contenías ansiosa por liberarlo. Así quedaste sentada sobre mi, ensartada por mi carne y tu vagina palpitante de placer mojando mi cuerpo con tus jugos. Rendida quedaste apoyada sobre el panel, hasta recuperar tu aliento y voltearte para besarme tiernamente. Reímos por la situación y luego nos separamos para asearnos y arreglar nuestras ropas, el camino se había adelantado bastante y aún nos quedaban algo más de media hora para llegar a nuestro destino. El resto lo dedicamos a hablar de lo acontecido a cada uno en el ultimo tiempo y así poner al día los acontecimientos. Llegada a destino Luego de superar los últimos cerros por fin apareció ante nuestra vista el mar, el puerto de Valparaíso con sus barcos que se movían saludándonos. Una vez al nivel del mar pasábamos frente al muelle y me pediste que fuéramos a comer algo, pues tenias hambre y así descansábamos del viaje unos momentos, accedí y ubicamos un lugar de comidas marinas con una linda vista del puerto, una entrada de mariscos en jugo de limón y paila marina, acompañados de un rico vino blanco helado nos hicieron desear un lugar cómodo donde descansar y poder dar inicio a nuestro tiempo. Así, salimos del lugar y caminamos abrazados por un costado del muelle, mirando los buques y deseando poder pasear en ...
... el mar en uno de ellos, nos miramos y besamos apasionadamente. Nos encaminamos entonces al auto otra vez para llegar pronto a nuestro destino. Rápidamente cruzamos la costanera entre Valparaíso y Viña del Mar, y así ya estábamos entrando en el estacionamiento del hotel que sería nuestro refugio por esos 7 días. Nos registramos y pedimos la habitación del último piso, con vista al mar y terraza. Subimos en el ascensor, acompañados de una camarera, tu y yo nos mirábamos cómplices y ansiosos por llegar. Tan pronto estuvimos frente a la puerta, me tomaste la mano, la mujer que nos acompañó abrió la puerta, nos hizo pasar y dejó nuestras cosas adentro, nos dio algunas indicaciones y se despidió amablemente, tan pronto cerró la puerta me miraste con deseo y de inmediato te desee yo a ti, en ese momento nos encontrábamos uno a cada lado de la cama, sin decirnos nada y solo mirándonos comenzamos a desvestirnos, quitaste tu calzado, luego la blusa y tus pechos desnudos se agitaron, soltaste la falda y cayó de inmediato y te quitaste enseguida el calzón y te quedaste de pie mirándome, desnuda. Yo rápidamente también quite mi calzado, mi polera, quedando con el pecho descubierto, me quite los pantalones y baje mi slip, presentándome erecto ya del deseo, conteniendo ambos el deseo de lanzarse sobre el otro, nos subimos a la cama de rodillas y nos acercamos, reunidos al medio nos abrazamos, mi pene se presionó contra tu vientre y tus pechos con el mío, enseguida nuestras bocas se unieron ...