1. Fui desvirgada brutalmente por un albañil


    Fecha: 08/09/2023, Categorías: Primera Vez Tus Relatos Autor: Alexandra Love, Fuente: RelatosEroticos-Gratis

    ... vista.
    Al entrar a mi casa, aseguré la puerta con todas las cerraduras, me quité los tacones y con ellos en la mano, subí por las escaleras corriendo hasta mi habitación y dejé mi bolso sobre el mueble junto con mis tacones, me tiré rendida sobre la cama soltando una sonrisa y mirada de satisfacción, gozo y plenitud. No podía creer lo que había hecho, me sentía muy extraña al ver mis juguetes de cuando era más chica, mis osos de peluche, mis barbies, etc… Yo había dejado de ser virgen, y me costaba creerlo, abracé uno de mis peluches y me puse a llorar de sentimiento acostada en la cama durante una hora aproximadamente, pensando en todo lo que había pasado. Cuando ya estaba más tranquila, bajé a la cocina para tomar un poco de jugo de arándano que había en el refrigerador. Tomé el teléfono de la sala y me senté en el sofá, para llamarle a mi mamá, no sin antes pensar en que decirle y tratar de controlar mi voz para escucharme tranquila. Así que le llamé a su celular y le dije que me disculpara por no contestarle debido a que el volumen de la música era muy alto y no escuche timbrar el celular. También le dije que se nos fue muy rápido el tiempo y que lamentablemente habíamos tenido una discusión en casa de mi amiga con una chica que ella había invitado y que terminamos peleándonos, pero que ya estaba en casa y todo estaba bien. Entonces mi mamá me regañó y me dijo que platicaríamos cuando llegara al día siguiente de trabajar.
    Subí a mi habitación para revisarme pues estaba ...
    ... muy adolorida, así que me desnudé y al verme en el espejo grande de mi habitación observé mi cabello maltratado, mis labios estaban manchados de labial tal como yo me imaginaba, mi cara con el rímel escurrido y reseca por las lágrimas saladas. Tenía dos chupetones muy grandes y evidentes en el cuello. Mis senos estaban raspados por el colchón mugroso y chupeteados, mis pezones rositas estaban muy irritados y sensibles todavía. Mi abdomen, piernas y rodillas igualmente raspados por el colchón y con algunos chupetones. Me giré para verme en el espejo y abrí mis nalgas ensangrentadas con cuidado para revisarme, tenía el ano muy irritado y enrojecido, me ardía mucho. Me senté en la cama, abrí las piernas y observé que tenía chupetones en mi zona íntima, estaba manchada de sangre escarlata y semen que escurrían de mi interior, mis labios vaginales muy sensibles. Literalmente la bestia había pasado sobre de mí, y yo con mi sonrisa de plenitud mirándome al espejo, toda excitada y feliz de la experiencia tan dolorosa, pero deliciosa que acababa de vivir.
    Tomé toda la ropa que había usado ese día y la metí en una bolsa de plástico que escondí y tiraría a la basura al día siguiente. Guardé mis tacones que después de tiempo mandaría a reparar de las correas. Quería deshacerme de cualquier evidencia, no podía ni imaginarme contándole a alguien sobre lo que sucedió, nadie podía saberlo o quedaría etiquetada como “la zorra de la colonia” no quería que mi familia pasara por eso, ni ser la ...