1. Los albañiles de la bodega me desgarraron el culo


    Fecha: 13/10/2023, Categorías: Sexo en Grupo Tus Relatos Autor: Alexandra Love, Fuente: RelatosEroticos-Gratis

    ... sin hacerlo. Samael se puso atrás de mí y colocó la punta de su verga en la entrada de mi vagina, con sus manos grandes y toscas me tomó con fuerza de la cintura y de un fuerte empujón, me penetró violentamente hasta el fondo, mi vagina no pudo poner resistencia estaba tan lubricada que entró completamente, me la metió muy fuerte y rápidamente, tal como yo lo quería, cada que me penetraba podía sentir un golpe dentro de mi vientre, así continuó cerca de veinte minutos, hasta que de pronto sentí que iba a tener un orgasmo me estaba viniendo.
    —¡Aaahhhh! ¡Sí! ¡Aahh! ¡Que rico! ¡Sí! ¡Mmjjj! ¡Sigue así, no te detengas! ¡Ay, que rico! ¡Que rica verga! ¡Cógeme duro! ¡Más rápido! —Le dije gimiendo.
     Él aceleró el ritmo y me penetró frenéticamente, pude sentir como eyaculaba disparándome chorros de semen caliente dentro de mí, a la vez que yo me estaba viniendo fue algo muy excitante sentir su semen dentro de mí junto con mis fluidos, mientras sentía mi piel sensible, los pezones durísimos, me temblaban las piernas y el abdomen se me contraía. Me sentí plena en ese momento, un hombre desconocido se había corrido en mi interior y me hizo sentir tan vulnerable, como es que yo estaba encerrada en una bodega para ser cogida por esos hombres, aun no lo podía creer, nadie que me conociera podía imaginar que estaba siendo una puta sumisa con esos albañiles.
    Continuaron cogiéndome todos en mi posición de cuatro, como bestias insaciables solo buscando su propia satisfacción, disfrutando de ...
    ... mi cuerpo a su antojo, atragantándome con sus vergas y apretándome los senos, sentía sus manos tocando todo mi cuerpo. Como ya estaba muy rendida y sentía semen escurriendo por mis piernas, mojé mis dedos con los fluidos y me los llevé a la boca para saborear su semen. Eso era algo que antes con mi pareja me daba asco, pero con ellos en ese momento de excitación, me gustó el sabor dulce del semen, volví a mojar mis dedos en mi vagina y metí un dedo en mi ano. Sentí que estaba muy caliente y era placentero lo que me hizo soltar algunos gemidos.
    —¡Aaaahhhh! ¡Aahh! ¡Mmmjj! —Al verme tan excitada dedeándome el ano, me levantaron jalándome del cabello.
    Samael me llevo caminando hasta unos costales de cemento y los acomodo aproximadamente a un metro de altura.
    —Inclínate para metértela por el culo hermosa. —Cuando me dijo eso sentí que mi abdomen se estremeció, me sentí nerviosa al saber que todos ellos me penetrarían analmente.
    —¡Sí! métemela por el culo muy fuerte, me encanta el sexo anal. —Le dije a tono de ruego.
    —¿O sea que ya te la han metido por el culo hermosa? —Me preguntó con lujuria.
    —¡Sí, me encanta! Me gusta que me duela. Quiero que me cojan muy fuerte entre todos. —Yo quería que esos hombres me cogieran sin piedad.
    —¡Enserio! Pues te la voy a meter bien duro como te gusta.
    —Quiero que me cojan con todas sus fuerzas hasta saciarse y que se vengan dentro de mí culo. Y no me vayan a soltar, aunque llore.
    Yo sabía que estaba sola en esa bodega con esos albañiles ...
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