Los albañiles de la bodega me desgarraron el culo
Fecha: 13/10/2023,
Categorías:
Sexo en Grupo
Tus Relatos
Autor: Alexandra Love, Fuente: RelatosEroticos-Gratis
... Lo que me hizo sentir un tanto aliviada pues hubo un poco de respeto.
—Adiós, buenos días. —Le conteste amablemente.
—Adiós, que le vaya muy bien. —Replicaron los demás.
Continué caminando unos cuantos metros, cuando de pronto escuché:
—Mamacita que ganas de comerte tu colita
—Sí yo sí me la cogía.
—Que ganas de enterrarle mi verga hasta el fondo. —Los escuche decir entre ellos de forma muy morbosa.
Después de oír eso supe que definitivamente esos hombres querían cogerme y hacerme de todo y que cada que pasara seria lo mismo y me excitó muchísimo todo el día en la oficina no deje de pensar en eso y solo miraba el reloj esperando fuera mi hora de salida.
Cuando salí de trabajar ya sabía que estarían tomado cerveza viendo a la calle así que decidí hacer algo que nunca había hecho, provocar a seis hombres a propósito, mostrándoles más de lo normal. Para ello antes de pasar por la bodega, me oculté detrás de un arbusto de esos que crecen en los terrenos por capricho de la naturaleza, para quitarme el brasier, me toqué los senos suavemente y pellizqué poquito mis pezones para excitarme, también me toqué el clítoris durante unos dos minutos pues necesitaba sentirme muy cachonda para lo que iba a hacer, por lo que mis pezones se pusieron duros y se marcaban en la blusa como dos montañitas, también jalé un poco hacia abajo mi blusa para mostrar más mis senos, justo antes de que se vieran mis pezones. Estando tan excitada y nerviosa caminé de forma muy femenina, y cuando iba a ...
... llegar a la entrada de la bodega, me sentí tan cachonda y ruborizada que estúpidamente en el último momento bajé uno de los tirantes del hombro para verme sexy lo que dejo ver ligeramente uno de mis pezones, de inmediato me arrepentí e iba a subirlo de nuevo pero entonces uno de los albañiles se asomó a la calle y se me quedo viendo, su cara reflejaba un morbo evidente pues no dejaba de verme los senos, ya no supe cómo reaccionar y deje el tirante abajo, vi que les hizo una señal con la mano para que salieran y en unos segundos ya los seis albañiles estaban afuera obstruyendo la banqueta y con sus cervezas en la mano listos para ver el espectáculo.
—Hola señorita ¿Cómo está? —Me dijeron mientras se comían mis senos con su mirada, eso me hizo ponerme húmeda.
—¿Hace poco que pasa por aquí verdad?
—Sí, recientemente comencé a trabajar cerca de aquí, por cierto, me llamo Alexandra, pero para mis amigos soy Alexa.
—Yo me llamo Carlos.
—Yo Jorge.
—Y yo Samael.
No recuerdo los nombres de los otros tres albañiles, los saludé de beso en la mejilla y por el movimiento mi blusa se bajó más y mi pezón rosita quedo completamente descubierto, pude ver como uno de ellos Carlos el más grande de edad se tocó el pene sobre su pantalón como excitándose, eso me puso nerviosa.
—Bueno, ya me voy, porque se pone oscuro y me da miedo.
—No te preocupes, nosotros aquí te protegemos, a ver qué día nos aceptas una cerveza. —Me propusieron mirándome fijamente a mi pezón descubierto.
—¿En dónde ...