Vueltas de la vida
Fecha: 13/03/2018,
Categorías:
Transexuales
No Consentido
Autor: andreanavarrete, Fuente: CuentoRelatos
... que esto quedara también entre nosotros. Apretando suavemente con sus enormes brazos me empezó a presionar su pelvis contra mis nalguitas embutidas en esa minifalda ajustada. Y volvió a referir: -mire toda esta casa es para nosotros este fin de semana, déjeme jugar su jueguito junto con usted, y aquí se quedara todo, más vale que coopere, y juntos la pasaremos bien, o usted se queda sin futuro y yo sin trabajo… Y sin forzarme más, ni hacer uso de violencia excesiva me mantenía abrazada, yo de espaldas a él y el apretándome a su fuerte y amplio pecho, nos quedamos así un par de minutos hasta que fue poco a poco disminuyendo la fuerza con la que me sostenía… poco a poco empecé a sentir como de ese pantalón flojo que el traía se levantaba más y más su pene erecto como una víbora que subía en el canal que se formaba entre mis dos nalgas, pasando cada vez más a endurecer ese pene y se ponía cada vez más que erecto detrás de mí, como si fuera una arma con la que me estuviera amagando, por mi parte me sentía aterrorizada apenada llena de miedo y vergüenza una combinación de lo más pésima para tomar decisiones correctas, despacio y lentamente fue cediendo a su fuerza y yo pensaba todo lo que esto se había convertido y en lo que ahora estaba y sus posibles consecuencias, para mí era vital no se enteraran mis padres hasta que tome valor y le pregunte. -Entonces que quiere Marcial, no me haga daño, y no le diga a mis padres, pero dígame que es lo quien quiere, dinero, se lo consigo. -No ...
... señorita, dinero no, lo que quiero es su compañía -Eso que Marcial, no estoy para bromas no diga #$$%&/ -Ehhh señorita esa boca, se la voy a tener que lavar por hablar de esa manera -Marcial estoy hablando en serio! Sin notarlo aunque el ya no me tenía apretada con sus brazos en lo absoluto el aún me tenía de espaldas contra él y yo recargada en su pene guardado en su pantalón flojo el cual ya había encontrado un lugar perfecto entre mis nalgas y así seguía la conversación sin que nadie cambiara de posición más que los breves movimientos que hacíamos al hablar, era como si ya me estuviera inconscientemente rindiendo a esa postura. Entonces Marcial volvió a insistir, -mire señorita, no le haré daño, al contrario si me lo permite la mimare como yo sé que a usted le gustaría, le tratare como una dama, la hare sentir bien y además le enseñare muchas cosas que usted no sabe. Cuando dijo esas últimas palabras acerco sus palabras a mi oído susurrando suavemente cada silaba haciendo que mi piel se erizara y que yo tuviera sensaciones muy raras, parecidas al placer, en ese momento me trate de sacar y el me volvió a apretar fuerte mente por un segundo friccionando su pelvis contra mi trasero y volvió a mi oído y solo dijo: - a poco no te gusta mi amor, lamiendo suavemente mi oído. Me volvió a erizar y no pude evitar emitir un pequeño gemido e inclinar hacia su lado mi cabeza en modo de aprobación, cosa que no quería pero mi cuerpo así había reaccionado, una parte en mi definitivamente ...