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Entre la espada y la pared (4)
Fecha: 13/03/2018, Categorías: Dominación Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... nuevo frente a ellos, terminar con el espectáculo. Solté el enganche del sujetador, dejándolo con una mano como las otras prendas sobre la silla mientras tapaba mis pechos con la otra y el brazo. Me quedé quieta frente a ellos con mis manos tapándome los pechos. Entonces Luis se acercó bajando hasta mis pies el minúsculo tanga que aún tenía puesto al mismo tiempo que yo bajaba mis manos. Quedé totalmente desnuda y separé un poco los pies a indicación de Luis. Los dos trabajadores se levantaron de las sillas con sendas y evidentes erecciones. Uno tendría poco más de treinta años y el otro estaba cerca de la cuarentena. Se acercaron a mi y empezaron a tocarme por todas partes. Estaban maravillados de tener a semejante mujer desnuda frente a ellos. El más joven bajó la cremallera de su pantalón indicándome que debía mamársela. Se recostó en el borde la mesa y empecé a agacharme, aunque las manos de su compañero mantuvieron levantadas mis caderas. El joven tenía un pene bastante grande y tenía que abrir mucho la boca. El otro metía y sacaba varios dedos dentro de mi vagina hasta que decidió sustituirlos por su pene. Me encontraba penetrada por la boca y la vagina al mismo tiempo. Empezaron a acompasar el ritmo con lo que cuando el de atrás tenía todo su pene dentro de mi su empuje hacía que también todo el pene del otro llegara hasta mi garganta. Tuve que reprimir algunas arcadas cuando se vino abundantemente en mi boca. Escupí en un pañuelo que me ofreció Luis gran parte del ...
... semen. Al poco también terminó el otro dentro de mi vagina. El mismo pañuelo sirvió para limpiar el semen que me escurría por las piernas. Ahora estaban mucho más relajados. La tensión que existía al principio se había disipado y los tres hombres charlaban animadamente comentando lo experimentado. Me reuní con ellos, desnuda como estaba, al mismo tiempo que Luis sacaba unas bebidas de un pequeño mueble bar. He de reconocer que me trataban como si nada de lo que acabábamos de hacer había ocurrido y como si yo no estuviese desnuda. Cuando casi terminábamos nuestras bebidas el que me había follado por la vagina me dijo que era el momento de terminar con lo pactado y que quería que se la mamase. La mirada de Luis no me dejó dudas al respecto. Saqué su pene del pantalón y me puse en la misma postura que antes. Su compañero de la misma forma se colocó detrás de mí y sin preámbulos comenzó a follarme. Repetíamos exactamente salvo que ellos habían cambiado sus lugares. El pene que tenía ahora en la boca era algo más pequeño que el otro y me resultaba más fácil. Casi disfrutaba con la felación. Al rato se corrió el que me follaba la vagina. Seguí con la mamada y oí a Luis que él también sellaba el acuerdo ocupando mi vagina. El "joven" masajeaba mis bamboleantes pechos y mi cuerpo era rítmicamente llenado y vaciado de penes. Casi al mismo tiempo terminaron ambos. Cuando terminé de limpiarme me acerqué a la silla con mi ropa y comencé a vestirme. Mientras me ponía el sujetador se acercó ...