1. Serie rosa (Relato 5)


    Fecha: 14/03/2018, Categorías: Lesbianas Sexualidad, Autor: Ana Etxeberria, Fuente: CuentoRelatos

    La tarde tildaba gélida y típica de un día invernal. De hecho, Noa Domínguez lo notaba en sus huesos pese a ir abrigada hasta los dientes. Atravesaba la ciudad andando tras sus prácticas universitarias en el hospital y la heladez la envolvía como una mano fría y negra. Además, el cielo estaba cubierto y encapotado de nubes grises, y el servicio meteorológico anunciaba nevadas. Más que andar, Noa corría tiritando con un deseo desmesurado de llegar a casa y quitarse este frio que la mataba por momentos a más. Tras diez minutos interminables, Noa alcanzó su edificio y de aquí a su piso. Ni siquiera saludó a Diego, su hermano de 12 años con su profesora particular de inglés. Pasó de largo y se encerró en su habitación. -¿Qué le pasa a tu hermana Noa? –se preocupó Ingrid, la profesora nativa de inglés. -Será que tiene las bragas congeladas. Cuando no es eso es la regla o vete tú a saber. -¡Diego! Cuida esa lengua, please. -Es la verdad, profe. Mi hermana lleva un año especialmente salida. Folla más que estudia, y así le va. Mi padre le ha dado un ultimátum. O se sujeta las bragas o le corta el grifo. -¿Me hablas de Noa? Yo la veo una chica very responsable y educada. -Claro, hasta que ve un chochito bonito y se le disparan las hormonas. -¿Noa es lesbiana? -Y tanto. Usa su coche de picadero. Dice ella que es el mejor sitio para mojar. Pone música. La calefacción. Inclina los asientos. Y a gritar en medio del garaje. Ya te digo. Una golfa de armas tomar. Tiene follamigas por toda ...
    ... la ciudad. Ella las llama “su colección”, ¿te lo puedes creer? -¿Noa es una promiscua? -¿Y eso qué es? Pasa de ella, profe. ¿Por dónde íbamos? -Por aquí. Lección 12-B. Voy al baño. Cuando vuelva quiero verlo hecho o toca negativo. -¿Cómo? -Por hablar mal de Noa. -Vale. ¿Tarda mucho en mear? -Diego… -Vale, voy. Ingrid abandonó el salón, pero en vez de pasarse por el cuarto de baño lo hizo por la habitación de Noa. La puerta se encontraba cerrada e Ingrid pegó con los nudillos. -Hello, ¿se puede? -Sí, pasa. Allí seguía Noa con un frio que no se le quitaba. Ni siquiera se quitó la ropa o el abrigo. -Noa, ¿estás bien? -Muerta de frío, pero bien. Ingrid entró y cerró la puerta con cerradura. -¿Necesitas algo? –se extrañó Noa. -Yo nada. La que necesita algo eres tú. -Sí, ya me ves, voy a tenerme que dar una ducha de agua hirviendo o pillaré una pulmonía. -Yo tengo algo mejor que una ducha. -¿El qué? -Esto. –Ingrid se sacó el jersey por la cabeza y dejando sus tetas preciosas a la vista. Luego se desabrochó la falda y se quitó las bragas. -Wowww, joder con las inglesas –empezó a sentir Noa un hormigueo por el estómago y que bajaba por el ombligo-. ¿No tienes frío así? -Yo siempre estoy calentona. -Calentona y muy buenorra, por lo que veo. No sabía que tuvieras esas carnes tan apetitosas si no caes antes. -Tú quieres entrar en calor y yo fuck you now. ¿Hacemos trueque? –se metió Ingrid en la cama y posó desnuda y preciosa. Noa empezó a sentir sofoco-. ¿Te quito la ropa o lo haces tú? ...
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