Nombre de ángel: Matías
Fecha: 19/09/2017,
Categorías:
Erotismo y Amor
Hetero
Autor: Mewlen, Fuente: CuentoRelatos
... era el adulto responsable de ella. Cierto, no le llevaba tanta diferencia de edad, pero claramente mi independencia me dio un grado de madurez superior a otros chicos de mi edad. Por otra parte, ella había estado a mi lado durante aquellos meses de vacas flacas sin siquiera quejarse, incluso cuando Cristina montó todo aquel escándalo y nuestros vecinos nos miraban como si fuéramos la escoria del mundo. Otros hubieran dicho que ella era la culpable de todo aquello, pero para mí era simplemente cosa de circunstancias: el culpable era yo por no haber cortado de raíz en su momento mi relación con Cristina. Siempre supe que era una celópata, pero me sentí lo suficientemente machito como para dominarla, y ahora estaba pagando las consecuencias. A pesar de que hice todo lo posible por evitarlo, llegó por fin el día en que no tuvimos para cenar. Había puesto incluso en venta mi cacharro, pero ni por muy bajo que fuera su precio la gente pareció querer darnos una mano. Nos miramos por sobre la mesa vacía y mi cabeza se inclinó derrotada. - Mañana venderé algunas cosas -dije-... alguno de mis amigos querrá comprar la televisión o algo - Matías... no tienes por qué hacerlo - Sí, sí tengo... no puedo permitir que continuemos así - Todo esto es por mi culpa... si no estuviera aquí, arruinando tu vida... estarías infinitamente mejor sin mí - Susana, por favor, deja de decir tonterías. Eres lo mejor que me ha pasado desde que decidí seguir mi vocación en vez de las órdenes de mi padre... ...
... además, aún me queda el dinero de mis estudios - No… Sé lo que significa para ti aquello; no es sólo el demostrar que puedes vivir por ti mismo, sino decirle a tu padre que no tiene razón acerca de ti - Ya, pero no podemos comer ideales - No me importa, mendigaré si es necesario, pero no quiero que cedas por mí. Quizás sea una tontería para otros, pero sé que tan infeliz te sentirías si tuvieras que dar tu brazo a torcer Tomó mi mano por sobre la mesa y la besó. Agradecí su gesto al borde de las lágrimas. No quise soltar su mano en un buen rato, y ella no la retiró. Miramos luego juntos la tele y nos fuimos a dormir. Nos acurrucamos más apretados que de costumbre. El frío de diciembre se hacía notar y la temperatura era casi tan baja como nuestras finanzas. - Matías... hay varias cosas que no te he contado - ¿Y eso? - No sé... pero tengo miedo de que por culpa de las habladurías me separen de ti... y no me quiero guardar nada - Bueno... te escucho. - Lo sé... me quiero emancipar, ¿sabes? - ¿Eso es cuando te divorcias de tus padres, cierto? - Sí, bueno, más o menos, al menos en mi caso. En estos meses he hecho varias averiguaciones y resulta que, legalmente al menos, no soy hija de mi padre, sólo de mi madre. - ¿Y eso te sirve o te resulta más problemático? - Hablé con un abogado familiar pro-bono y me dijo que haría las cosas más fáciles, pero que de todas formas lo mejor que puedo hacer es conseguir el visto bueno de mi madre... ya fui a hablar con ella, y no salió nada bien - ...