Nombre de ángel: Matías
Fecha: 19/09/2017,
Categorías:
Erotismo y Amor
Hetero
Autor: Mewlen, Fuente: CuentoRelatos
... baño a comprobar que estuviera bien. Honestamente, me sorprendió escucharla gimotear de forma apagada. No sabiendo qué hacer en aquel caso, encendí la tv mientras esperé que saliera, llegando a quedarme dormido por el cansancio acumulado. Me desperté con ella enfrente, completamente desnuda y usando su pelo para ocultar sus incipientes tetas. - Supongo que ahora querrás cobrarte por darme cobijo -dijo casi susurrando- ... No entendía nada. - ¿Qué pasa, Susana? Me puse de pie y me acerqué a ella con intención de aclarar las cosas. Noté como su cara se rompió, dejando ver un miedo primal y fundamental, puro instinto de correr-o-morir. Avancé un paso hacia ella, y retrocedió dos. Me detuve en el acto, buscando aclarar las cosas. Agachó la cabeza y vi sus hombros moverse rítmicamente. No escuché su llanto hasta cuando, unos segundos después, hundió su cabeza en mi pecho. Lloró de forma desgarradora, claramente desconsolada. A pesar de que pregunté otra vez no recibí respuesta acerca de lo que le ocurría, así que simplemente la dejé llorar. Traté de abrazarla, pero se tensó de inmediato. Supuse que aquello de que un chico había querido propasarse con ella no era del todo mentira, así que no insistí. Fui por una manta para cubrirla y luego me volví a sentar en el sofá, indicándole que se sentara a mi lado. No lo hizo, sino que cayó de rodillas al suelo, cubriéndose la cara y reavivando su llanto. Esta vez no me importó que me rechazara, simplemente me arrodillé junto a ella y la ...
... abracé, buscando cubrirla con mi cuerpo. Pasaron un par de segundos antes de que respondiera el gesto mientras continuaba desahogándose en lágrimas. Al cabo de cosa de una hora se calmó lo suficiente para hablar. - ¿Quieres decirme lo que te ocurre? Negó con los ojos aún hinchados y enrojecidos, pero sin continuar llorando. Besé su frente de la forma más atenta que pude conjurar en aquella situación - Ya sé que no pinto nada en tu vida, pero quiero que sepas que, si quieres hablar, estaré allí para escucharte - Gra... gracias... - Ahora, vístete y come algo mientras voy a ducharme... usa lo que quieras de mi ropa. Si quieres me esperas o si no puedes ir a dormir, como tú decidas. - Está bien... como digas - Y nada de ideas raras, ¿eh?... Me quedé un poco más tranquilo cuando vi como me hizo una señal afirmativa. Realmente fui a ducharme para poner orden en mi cabeza. Hoy en día la actitud de Susana me hubiera resultado obvia, pero en aquel momento no sabía qué pensar. En mi mente juvenil se agolpaban los recuerdos de su cuerpo desnudo y de sus ojos llorosos, confundiéndose en un enigma que sentía era mi deber desentrañar. Me sorprendió encontrar a Susana aún despierta, esperándome, cuando terminé mi ducha. Estaba sentada en el viejo sofá mirando la tele, ahora vestida con una de mis camisetas. - Quería disculparme por la tontería de antes -me dijo algo turbada-... - Ninguna tontería, pero si me contaras de que se trata quizás podría ayudarte en algo. - No… no… no puedes hacer ...