La amorosa hija (Parte 1)
Fecha: 16/03/2018,
Categorías:
Incesto
Autor: Thomas, Fuente: CuentoRelatos
... semana”, dijo Anne. “Al menos eso presumen”. “¿Habrá cámara de seguridad en esto?”, dijo Tomás algo preocupado. “¡Júralo papi! Desde el 11 de septiembre hay cámaras por todos lados, pero no estamos haciendo nada de terroristas”, dijo Anne restándole importancia, al tiempo que se disponía a besarlo de nuevo. El elevador timbró y comenzó a detenerse un par de pisos antes. Se separaron rápidamente. Anne se compuso lo mejor que pudo y se paró frente a papi, que no le dio tiempo de guardarse el paquete. Un individuo subió y les sonrió. Ellos correspondieron. Anne comenzó a frotar sus nalgas en papi disimulada y provocativamente, sin que el extraño se percatara. El ascensor se detuvo dos o tres pisos antes del de ellos y bajó, despidiéndose cortésmente. Llegaron a su piso segundos después, apenas dándole tiempo a Tomás de guardar bien su pene y fajarse, saliendo del elevador. Su habitación estaba algo retirada. Anne tomó la mano de papi y caminaron por el pasillo hasta llegar, deteniéndose un par de veces a besar sus bocas. Abrieron la puerta de la elegante y erótica habitación envueltos en tumbos, besos y caricias, casi derrumbándola. Su equipaje ya estaba ahí. Anne se quitó su abrigo de piel. Tomás desbotonó la blusa de Anne y le quitó el sostén. Mientras ella acariciaba su duro pene por encima del pantalón, su padre besaba sus suaves y bellos senos. Casi en medio de la elegante habitación, en forma de corazón, estaba un jacuzzy rojo como un monumento al erotismo que los hizo ...
... salivar de la emoción. Se acercaron y sin pedir opinión el uno al otro, Anne abrió el agua caliente y espació sales de espuma que estaban ahí, por un lado, y encendió la bomba. Volvió a besar a su padre en la boca. “Voy a ponerme algo más cómodo… vuelvo enseguida”, dijo, y se dirigió al baño. “Tú también osote peludo. Alístate”, ordenó. Cerró tras de sí la puerta del baño. Se deshizo de la ropa que aún le quedaba puesta, y se sentó desnuda en la tasa del excusado y subió las piernas, comenzando a acariciar sus babeantes labios vaginales, gimiendo levemente de placer, pensando en papi, en cómo había llegado esto tan lejos… en Estela y sus atinadas sospechas… deleitándose con sus dedos y mordiendo sus labios alternadamente en anticipación al ansiado encuentro con papi en la caliente y burbujeante tina, amanecer desnuda con él… sería algo único, maravilloso. ¿Fueron muy atrevidas las fotos? ¿Fueron muchas? ¿Tan notoria era la mejora de papi?, pensaba Anne una y otra vez. ¿Cómo podía objetar la increíble recuperación de papi esta imbécil? El deseo pesaba más que la preocupación. A punto de tener un orgasmo se detuvo. Se puso de pie y se miró al espejo, girando su cuerpo, como si fuese la primera vez que papi la vería desnuda. Se sentía algo incómoda con una leve flacidez en su estómago y sus senos comenzaban a caer de nuevo. Hacía un par de noches que había hecho el amor con Raúl, su esposo, pero por primera vez no hubo “jueves de papi”, como lo habían pactado. Ese día estaba ...