Para que tengas un buen motivo para odiarme - Relatos Eróticos

Para que tengas un buen motivo para odiarme

No nos tolerábamos, mi prima super religiosa siempre lanzaba comentarios irientes hacia mí, lo que tiene de bonita lo tiene de homofóbica, nadie más en mi familia se ponía de su lado, todos me apoyaban, e incluso la tenían a ella como la peor de las intolerantes. Cuando su mamá y papá tuvieron que ir a ese retiro espiritual no le sentó bien pues la única opción era que se quedara en mi casa, mi madre me advirtió que fuera linda con ella para que no la pasáramos tan mal. Nunca me pasó por la mente hacerle nada, pero esa noche ella me hizo enojar. 

Sólo vivo con mi madre que es una cirujana muy solicitada en la ciudad, esa noche tenía un turno largo debido a varias citas y como sólo tendría 3 horas libres dormiría en el hospital para después continuar con las demás citas. Me quedé sola con la odiosa de Fer, le dejé el cuarto de mi madre porque ella odia tocar lo que yo he tocado, como si se le fuera a contagiar algo. Como ella se fue a dormir en cuanto mi madre se fue decidí aprovechar, mensajeandome con una linda chica que había conocido comenzamos a mandarnos nudes por WhatsApp, de esos que sólo puedes ver una vez, estaba tan excitada, me quedé en top y tanga para mandarle un video corto donde pudiera ver como hago mi tanguita a un lado y metía mis dedos, no me di cuenta si hice ruido, como Fer dormía (o eso creía) no me importaba, estaba a punto de llegar mientras mis dedos no daban tregua a mi clítoris, mis caderas se movían y no podía mantener los ojos abiertos, sólo ...

... solté el celular para que el video se mandara automáticamente mientras esperaba llegar al dulce orgasmo cuando la escuché "¡Eres asquerosa Alexandra, Dios te va a castigar por hacerte eso!" En cuanto brinque para enderezarme y verla Fer azotó mi puerta. Me había interrumpido justo en el peor momento, dejándome una sensación de vergüenza y calentura que si bien quería seguir para terminar, no podía pues el bochornoso momento no salía de mi mente y aunque lo intenté y seguía muy cachonda simplemente no podía terminar. Me sentí tan frustrada y molesta, odie a Fer más que nunca. Decidí ir al baño a ducharme para que se me bajara un poco la calentura y poder dormir, al abrir la puerta estaba mi prima que recién salía de la ducha para tomar su toalla, desnuda frente a mí, su piel blanca parecía brillar, sus ricos senos tan grandes me dejaron con la boca abierta, alcancé a ver un pubis depilado, lo cuál me sorprendió considerando lo mojigata que pretendía ser. Todo esto duró segundos que parecieron horas, ella tomó su toalla tan rápido como pudo y se intentó tapar lo mejor posible mientras me gritaba "¡QUÉ TE PASA ADEFESIO, POR QUÉ VIENES A ESPIARME, DEJA DE VERME PECSDORA, LARGATE, LARGATE!" Salí y cerré la puerta mientras le gritaba a la furiosa de mi prima "¡Fer, Fer, perdóname no era esa mi intención, yo pensé que estabas en el cuarto de mi mamá, yo sólo venía a ducharme!" Salió vestida en su pijama y con el cabello enredado en la toalla y le repetí mi disculpa, cuando pensé me ...