Para que tengas un buen motivo para odiarme - Relatos Eróticos

Para que tengas un buen motivo para odiarme

... ella muy molesta no contestaba, hasta que cedió diciendo "Sí, quiero que sigas, usa tu lengua, quiero más" moviendo su cadera me invitaba más, entonces continúe asaltando su coño con la lengua, después de unos pocos minutos la escuché pedir "Así, así, dame, dame, más más, así" cuando sentí que sus piernas comenzaban a temblar me quité de golpe un audible quejido de frustración salió de sus labios y me grito "Carajo Alex, no pares, sigue" la noté molesta y me aguanté las ganas de reír, subí y le también succionaba su pezón izquierdo, luego cambiaba por el derecho, luego cambiaba. Sus gemidos volvían más fuertes, mis dedos acariciaban su clítoris, se nuevo la ponía al límite y ella suplicaba que no me detuviera, entonces cambié mis dedos por mí legua, ella sonreía mientras gritaba "Así así, que rico, más, más, más por favor, no pares" sus caderas se acercaban más a mi cara cuando y cuando sus gritos se hacían más fuertes la dejé otra vez, ahora soltándola de sus ataduras, la liberé por completo, ella me veía, agitada, confundida y frustrada con su mano tomo la mía y dirigía mis dedos hacía su coño, me pedía "vamos Alex, dame más, no me dejes así, siento que me quemo" me quité y terminé de liberar sus piernas, ella se avalanzó hacia mi, ma abrazo y me besaba apasionadamente, se restregaba frotandome con aus enormes senos, tuve que aguantar. La empujé y ella cayó recostada, me puse de pié sobre la cama, y haciendo movimiento de ven a mí con un dedo, le dije "tienes que pedirme ...

... perdon de rodillas" ella obedeció se puso de rodillas diciendo "Perdóname Alex, no te volveré a insultar, ni molestar, sere buena contigo" acariciando su dulce rostro me acomodé bien con las piernas abiertas poniendo mi coño a su disposición, tomando todo su cabello sujetandolo en una coleta le ordené "saca bien esa lengua y mantenla así" ella obediente lo hizo de inmediato, me puso a mil verla así, sujetando bien su cabello la empujé hacia mí, meneando mi cadera adelante atrás enseñandole cómo debe lamerme el coño, ella sóla movía su lengua, chupaba y lamía mi coño como degustando lo más delicioso que hubiera probado le ordené "veme, quiero que me veas a los ojos mientras me comes el coño, sé que te gusta, mírate, lo disfrutas" eso parecía excitarla también porque comenzó con más impetú, oleadas de placer se acumulaban, creo que jamás me había excitado tanto en mi vida, gemía tan fuerte, Fer quiso hacerme lo que yo ella, trató de empujarme para dejarme con las ganas de más, pero soy más fuerte, grande y la tenía bien sujeta, con ambas manos la mantuve ahogada con mi coño, mientras mis caderas se movían violentamente disfrutando el más grande y largo orgasmo que he tenido hasta ahora.
Cuando me sentí mareada solté a Fer y ella comenzó jalar aire, se recostó en la cama tratando de recuperarse y aproveche, me puse sobre su cara sentándome en su boca y jalando su cabello ordené "Sigue mamando, dame más, comeme el coño" ella obedecía, en sus ojos había lujuria, yo desde arriba la ...