Para que tengas un buen motivo para odiarme 2 - Relatos Eróticos

Para que tengas un buen motivo para odiarme 2

... tetas y antes de que pudiera evitarlo me llené la boca con ella, sus pezones estaban como piedras, Fer de nuevo se llevó su mano a la boca mientras ahogaba sus gemidos, con su otra mano sujetaba mi cabeza restregandome en su pecho, yo chupaba como infante hambrienta, después de unos minutos libero ella misma su otra teta y me jaló para que ahora chupara la segunda, deleitandome con lo ricas que están lo hice, disfrutaba de esos enormes y deliciosos ejemplares, tomaba uno y luego otro, ella me dirigía con su mano en mi nuca, sentí como su cadera se movía con más ímpetu, su mano me aferraba más a sus senos y se mordía fuertemente los labios para no gritar, sabía que iba a venirse, quería sentirla estallar, pero tenía que detenerme o fallaría en mi objetivo, la empuje algo fuerte y me hice hacia atrás, ella quedo sorprendida y algo molesta me reclamó "Eeeyyy, odio que hagas eso Alex, por qué me llevas al límite y me sueltas así" riéndome me chupe los dedos preguntándole de nuevo "¿Quieres que coma tu coñito?" Respirando agitadamente se acercó velozmente a mí, tomándome de la cintura me besaba desesperada metiendo su lengua, restregando sus tetas para convencerme me decía pegada a mi boca "Por favor Alex, cómeme el coño, chupas tan rico, me vuelves loca, quiero sentir tu lengua otra vez, por favor" tuve que aguantar el impulso de comermela ahí mismo, sólo le dije "Si quieres que te haga venir mucho, restregando mi lengua aquí (volví a tomar su coñito con mis dedos, ella suspiró ...

... audiblemente) tienes que ir a mi casa este fin de semana" Me metí los dedos a la boca mientras me alejaba, chupando sus jugos, se le notaba molesta, me fruncía el seño mientras se arreglaba la blusa y ropa interior, yo retrocedí y comence a escalar para salir como había entrado. El resto de la reunión familiar resultó bien, ya cuando nos despedíamos Fer le preguntó a mi madre si podía ir a una pijamada a mi casa, que sus papás ya le habían dado permiso este fin de semana, mi tía interrumpió "Di que sí hermana, estoy encantada de que nuestras hijas por fin se están llevando bien" mi mamá contestó "no hay ningún problema, yo estaré trabajando, pero sabes que mi casa es muy segura, tiene varías alarmas" mi prima sonriendo dulcemente dijo "Que bien, entonces te feo este fin Alex" me abrazó y me dió un beso en la mejilla. 

Los días se me hicieron eternos, pero por fin llegó el fin de semana, mamá se fue desde temprano al hospital, me dejó dinero para pedir comida, además me compró botanas y otras cosas. En la tarde, aproximadamente a las 5pm escuché el timbre, era Fer en la entrada, abrí la puerta y le decía adiós a sus papás que la veían desde el coche, se veía hermosa con esa minifalda blanca y ese sueter rojo, sus lindas zapatillas blancas semideportivas sin sintas, traía su cabello casi suelto, con dos pequeñas coletitas que le endulzaban el rostro, una mochila de lado. Siempre se vestía tan linda, yo estaba cómoda con una playera oversize gris de una banda de rock y bragas ...