Para que tengas un buen motivo para odiarme 2 - Relatos Eróticos

Para que tengas un buen motivo para odiarme 2

... como te enseñé" relamirndose los labios como si estuviera viendo una golosina puso sus manos en mis piernas y sin dejar de verme a los ojos comenzó lamiendo habilmente todo mi coño, su lengüita buscaba, hurgaba, siendo insistente en las zonas donde me hacía gemir más, yo acariciaba su carita, esas dulces mejillas que se sonrojaban. "¿Soy buena niña?“ me preguntaba con una sonrisa, me tenía loca escurriendo, mojandole la boca, apenas le pude contestar con voz entrecortada "Oouuhh mmmmm siiii mi amor, eres una dulce niña buena" Fer comenzó no sólo a lamer, también chupaba, mamaba mis labios y clítoris, la entrada de mi coño, me tenía gritando del olacer inmenso que sentía, se quitó para sonreírme traviesamente, la tomé de la nuca y la empuje a mi coño reprendiéndola "No dije que pararás, sólo debes detenerte cuando te lo ordene" la hundía en mi vagina emoijandola y moviendo mis caderas mostrándole quien manda, ella chupaba y mamaba euforicamente viéndome a los ojos, sus manitas me agarraban de las nalgas acercandome aún más a ella, como si quisiera entrar a mi coño. La solté para dejarla respirar, jaló aire un par de veces y de inmediato volvió a hundirse en mi vagina, mis caderas se movían adelante y atrás dándole acceso de distintos ángulos a su lengua, Fer estaba increible y se lo dije "No tienes idea de lo hermosa que te ves así, lo haces riquísimo, no vayas a parar, me voy a venir muy rico en tu boca, princesa" su lengua se desató aún más haciéndome explotar en un intenso ...

... orgasmo que me hizo fallar mis piernas, me desplomé en el sillón tomando aire, Fer me siguió y la sentí chupar mis pezones mientras dos de sus dedos asaltaban mi coño, su pulgar acariciaba mi clítoris, tal como yo le hice a ella hace días, sonreí diciéndole "Mmm, hermosa, aprendes muy rápido, pero que buena niña, te estas ganando un rico premio" la vi sonreir con mi teta en su boca. Yo gemía y gritaba, ella parecía no darme tregua hasta que volví a sentir un orgasmo muy fuerte, mis caderas como locas se movían como pidiendo que no parara y eso hizo, bajo el ritmo sólo hasta que vió como respiraba con dificultad y ya no me movia, lentamente sacó sus dedos, su boca soltó mis pezones y la vi chuparse los dedos. Carajo, era tan excitante ver como esa carita dulce y tierna se comportaba de forma tan cachonda, con voz de niña consentida me reclamó "Quiero mi premio" se puso de pie y se quito sus braguitas, se las arrebaté de la mano las pegue a mi nariz y aspiré profundamente, ella enrojeció avergonzada y me gritó "No hagas eso, Alex, que vergüenza" me intento quitar sus braguitas, pero extendí la mano alejandolas de ella, poniéndome de pie, acercandome a ella y con la otra mano la empujaba suavemente hacía atrás mientras le decía "No tienes nada de qué avergonzarte, tu olor me pone loquita, eres deliciosa, hace que quiera devorar tu coñito ¿No quieres que haga eso?" Agitó su cabeza afirmativamente, le dije "Por favor, ya no te quites más ropa, me excita mucho verte en mini falta, ...