Castigo a mi hermanastra - Relatos Eróticos

Castigo a mi hermanastra

Nuestros padres se casaron cuando yo ya había nacido, actualmente tengo 17 años, mi hermana es sólo dos años menor. Desde pequeños nos enseñaron a llevarnos bien, mi padrastro nunca hizo distinciones, tampoco mi madre. Pero por alguna razón soy así, muy celoso y posesivo con ella, mi hermanita es muy hermosa, tiene un cabello pelirrojo precioso, largo y con hondas, es muy delgada, aunque sus atributos siguen en desarrollo. Obviamente tiene un montón de idiotas atrás de ella, a más de uno le he puesto un susto cuando veo que se pasan de la raya. Mis padres siempre le han dicho a Ana mi hermanita que debe dejar que la cuide y obedecerme. Esa noche me desquicie por lo que ví.

Era un viernes, a las 8:30pm mis padres salieron a beber unas copas con amigos, yo salí a ver una película y Ana se quedó sola en casa haciendo tarea. Saliendo del cine mis papás me llamaron diciendo que en cuánto pudiera regresara, se les habían pasado las copas y se quedarían con sus amigos para no manejar y exponerse, pero tampoco querían dejar a Ana tanto tiempo sola, les dije que volvería pronto. Pensé en avisarle a Ana que ya iba para allá y que si quería una pizza para cenar juntos, pero decidí sorprenderla ya que ella ama la pizza. Cuando llegué a casa vi un coche desconocido aparcado en la entrada, me pareció extraño, me acerqué a la ventana que da a la sala y a hurtadillas observé entre las persianas, me hirvió la sangre ver a mi hermanita mamándosela a un idiota, lo reconocí de la escuela, ...

... ¿Qué hace un capullo de 15 años con un coche? Me enfureció ver como mi dulce hermanita que tanto protegía y defendía se comportaba como una autentica puta. Decidí entrar por la puerta trasera. Sin hacer ruido dejé la pizza en la cocina y desde lejos en la oscuridad los observé; todas las luces de la casa estaban apagadas, excepto la de la sala. Veía al imbécil ese extasiado sintiendo la boca de mi hermana. Escuché al degenerado decirle -Vamos Ana, déjame hacértelo por la concha. -Ella negaba con la cabeza, se sacó la polla de la boca, para decirle -Ya te dije que no, me da miedo quedar embarazada, mis papás me matarían. -Volvió a engullir su falo. Ver todo eso me ponía cachondo aunque yo no quisiera. Mi polla reaccionaba y ya estaba dura, pensé "Apuesto que este pedazo de carne le acomodaría mejor a esa putita de Ana" por mucho era más grande y gorda la mía. Entonces el gilipollas le pregunto -¿Y si te lo hago un poco por el culo? -La zorra de mi hermana se levantó, se quitó las bragas, se colocó a cuatro patas en el sofá, su rica minifalda dejaba ver ese culo en pompa, le dijo -Pero sólo la puntita, Marco, dicen que por el culo duele mucho. -Al capullo se le iluminaron los ojos de ver semejante espectáculo y entonces lleno de rabia comencé a acercarme. Por mis pisadas ambos voltearon y su cara de miedo y sorpresa me hicieron sentir poderoso, le solté un fuerte puñetazo en la cara al imbécil flacucho que lo dejo tirado en la sala, comencé a patearlo violentamente en los huevos y ...