Busco amante para mi mujer
Fecha: 17/03/2018,
Categorías:
Intercambios
Infidelidad
Autor: Craso, Fuente: CuentoRelatos
“Busco amante para mi esposa. Busco hombre atractivo y bien dotado de aproximadamente 45 años, no menos de 1,75 de altura y delgado, muy discreto. Mi esposa no debe saber nada de que yo estoy detrás de todo esto, debe tener tiempo para seducirla y ser muy buen seductor. Mi esposa tiene 44 años, es muy atractiva, 1,70 de altura y delgada”. Ese fue el anuncio que puse en una página de contactos en el apartado de “parejas liberales”, el primer día me contestaron varios hombres, pero ninguno se adaptaba a lo que yo estaba buscando, algunos eran demasiado jóvenes y otros me contestaban simplemente cosas tales como que estaban dispuestos para follarse a mi mujer, a algunos ni les contesté y a algún otro le di las gracias por haber contestado al anuncio. Al día siguiente contestó al anuncio uno que me causó interés, me decía que tenía 48 años, que medía poco más de 1,75, con los ojos verdes, que tenía buen tipo, ya que se dedicaba al deporte, que se consideraba atractivo y aseguraba que era muy bueno en la cama, también me pedía que primero nos viésemos nosotros, y que si a mí me parecía bien, él estaría dispuesto a intentar seducir a mi esposa. Contesté a este hombre que decía llamarse Ernesto, le pregunté sobre su dotación, ya que mi fantasía era que Amanda, que es como se llama mi esposa, me pusiera los cuernos con un tipo más alto, fuerte y dotado que yo. Yo tengo la misma altura que mi esposa y sé que ella desde siempre ha anhelado que yo fuese más alto que ella, de hecho, ...
... mi esposa no se pone tacones con tal de no sobrepasarme en altura, y no es que yo se lo pida, sino que me parece que a ella no le gustaba sobrepasarme en altura. Ernesto me envió un correo adjuntándome algunas fotos suyas en las que en ninguna de ellas se le veía la cara, sólo su cuerpo o alguna parte, una de las fotos era del torso desnudo, en otras dos se le veía el cuerpo entero salvo la cabeza, eran fotos de él haciendo deporte, se notaba que lo hacía a menudo y seguramente debido a eso tenía un buen cuerpo, las últimas tres fotos eran de su polla, era envidiable, calculé, comparándola con su mano que la sujetaba, que bien podía tener entre los quince y veinte centímetros y su grosor de unos seis o siete centímetros de diámetro. Estaba físicamente mucho mejor que yo y de dotación no digamos, mi polla no es que sea pequeña, es más bien normalita, unos trece centímetros de larga. Si este tipo consiguiese llevarse a mi esposa a la cama ella iba a disfrutar en grande. Yo quería cumplir la fantasía de que a mi esposa se la follase un tipo más alto, fuerte y dotado que yo, al mismo tiempo me producía inseguridad el pensar que a ella le gustase demasiado y al comparar se aburriese de mí, pero al fin y al cabo poco sería lo que perdería, ya que desde hacía un buen tiempo la monotonía se había instalado en nuestra vida sexual, cada vez follábamos menos veces y con muchísima menos pasión. Yo pensaba que, si mi esposa tuviese un amante que le despertase la libido, seguramente, al ...