1. Voyeur y fetichismo


    Fecha: 16/03/2024, Categorías: Voyerismo Autor: Batimaniac, Fuente: CuentoRelatos

    ... que visto desde abajo, tuviera una panorámica de su entrepierna incluida su vulva y su culo completo. Y es que ella invariablemente siempre usaba minifaldas voladas.
    
    La secretaria del contralor, era una mujer rubia de un cuerpo mediano, con unas piernas de campeonato, y un trasero redondo y esponjoso. Vistas desde abajo se veían sus piernas super torneadas y apetitosas. Usaba bikinis normales, pero muchos de sus calzones estaban llenos de hoyos, lo cual me daba risa.
    
    La de recursos humanos, era curiosa. Cuando tenía novio, siempre usaba tanguitas de todos tipos. Cuando no tenía novio, se ponía pantimedias con faja.
    
    Y por último, no faltaba la chica acomedida que se subía la tanga por arriba de la cadera de su pantalón, dando todo un espectáculo de su ropa interior del día.
    
    A propósito de esta tendencia durante un tiempo, de mostrar las famosas colas de ballena, recuerdo una compañera contadora, morena ella, con carita de Barbie, alta como de un metro ochenta, poco pecho, pero unas caderas y nalgas fenomenales, la chica era super tímida. Pero le encantaba vestir sexy, y ir al gimnasio. En una pequeña fiesta en mi casa, cuando estaba casado con mi segunda esposa, recuerdo estar sentado junto a ella en la barra de un pequeño bar que tenía.
    
    Al momento que ella se estiró, se le subió la tanga por encima de la cadera de sus jeans super entallados. La vista fue maravillosa, pero no tanto como la sensación que tuve cuando ella por instinto pasó su mano hacia atrás en ...
    ... un intento infructuoso de no mostrar su tanga de encaje. En ese momento y mientras volvía a sentarse bien, volteó y me vio mirando su tanga embelesado. Yo solo sonreí, y ella apenada solo emitió un pequeño quejido como de uy! Se me vio la tanga. No dijimos nada más, pero fue muy cachonda la situación.
    
    Situación igual me pasó con Bertha, la cual en un cumpleaños al querer tomar pastel servido en una mesa, se estiró mostrando la colita de ballena, de su tanga negra. A Bertha en una fiesta, me toco tener cerca de mi, recuerdo traía un mini vestido rojo, y en algún momento nos tomamos de la cintura, donde yo aproveché a sentir su cadera y su tanga de hilo, pasando mis dedos una y otra vez, disfrutando de la sensación.
    
    Muchas amigas mías y de mi esposa me mostraron sin querer sus sexys tangas, como Vero, que vestía recatada, pero usaba solo tangas de hilo, y no se cuidaba cuando abría sus piernas. A ella me tocó revisar su bote de ropa sucia, y todas sus tangas tenían el puente lleno de flujo. Olga, una hermosa rusa, me tenía mucha confianza y me dio llaves de su casa. Ella usaba tanguitas de Victoria secrets, y le encantaba tener dildos en su baño. Pero mi mejor premio fue una vez que descubrí un álbum con fotos de ella en lencería y bikinis, pues había sido modelo.
    
    Como podrán leer, la vida de un voyeur, con fetiche por la ropa interior se puede resumir en pequeños flshasos, que sin importar el número siempre resultan muy emocionantes y satisfactorios. Muchas veces se ...