Qué pasaría si... El Brujo Escarlata (2/3) - Relatos Eróticos

Qué pasaría si... El Brujo Escarlata (2/3)

... desnudo, y se la estaba cascando a lo bestia.

Esa imagen le hizo sonreír y sintió como la polla volvía a ponérsele dura dentro de los pantalones, a pesar de que se la acababa de cascar.

Hizo aparecer más bolas de energía, y flotaron en el aire junto a la de Tony, en apenas unos segundos pudo ver a Thor, Clint, Steve y Peter. Todos se estaban masturbando en sus habitaciones. Y él estaba bastante seguro de que nada de eso era cosa suya, era producto de la magia del caos residual, pero nadie estaba siendo forzado a hacer nada que no quisiera.

Se tumbó de nuevo en la cama y se hizo otra paja viendo como los demás se masturbaban, y cuando se corrió y descargó la lefa caliente sobre su abdomen se aseguró de que no pasaba nada raro antes de dormirse. Pudo ver a Clint correrse y también a Tony. Luego hizo desaparecer las esferas y se metió en la cama, feliz, pero suplicando que Strange estuviera en guardia por si pasaba algo. Y esperando que pudiera hacer algo si pasaba, porque la última vez había sido bastante fácil de atrapar.

Con esos pensamientos pero muy contento, se durmió.

*----*

A la mañana siguiente se despertó empalmado —eso era normal— y animado.

Al entrar en el gimnasio del complejo pensó que había tenido suerte y estaba vacío, pero un «PUM» le alertó de que no estaba solo, venía de la parte del fondo del gimnasio.

—Bucky dice que vendrá al complejo esta noche —decía el Capitán. Su voz llegaba por el eco de la habitación—. A pasar unos ...

... días.

—Por mi vale mientras no me robe la habitación ni se coma mis barritas energéticas. —le respondió, Clint, con humor—. Vamos, Capi —le decía en el ring de boxeo Clint al Capitán como si estuviera dando saltitos, con los puños en alto, listo para atacar—. Mueve las piernas.

Clint intentó darle puñetazos al Capitán pero este logró interceptarlos hasta que Clint se soltó y poniendo las manos en el suelo dio una patada en las piernas al Capitán tirándolo al suelo; y el soldado de América dio una voltereta hacia atrás y se incorporó de un salto mientras Clint le sonreía chulito, de nuevo levantando los puños.

Paró cuando vio a Max ahí.

—Eh, has venido —celebró Clint—. Pensaba ir a buscarte dentro de cinco minutos, cuando acabara de romperle el culo al Capitán

¿Romperle el culo? Dudaba que el Clint que él conocía usase esa expresión. Los restos de la magia del caos debían de estar actuando.

—Sí, bueno —dijo—. Si amenazas con echar la puerta de mi habitación abajo.

—¿Y qué te quedes en tu habitación es una opción mejor y más productiva?

Max desvió la mirada, un poco avergonzado.

—Me alegra que estes aquí —dijo entonces el Capitán apoyándose en las cuerdas del ring.

—Y nada de volver a encerrarte en tu habitación —le avisó Clint.

—Tony… —empezó Max.

—Si Tony dice algo…

—Lo arreglaremos —le cortó el Capitán antes de que Clint pudiera terminar su amenaza—. Hemos estado en cosas peores.

Una figura roja y azul aterrizó desde el techo con una voltereta y ...