Qué pasaría si... El Brujo Escarlata (2/3) - Relatos Eróticos

Qué pasaría si... El Brujo Escarlata (2/3)

... unas cinco, y prefería no pensar en ello pero creía que no era el único que tenía un problema; a los demás no se les veía demasiado y también iban mucho a sus habitaciones, el señor Stark estaba casi todo el día en su despacho. Y estaba bastante seguro de que, por la mañana, al pasar frente a la puerta de la habitación de Clint, había oído un gruñido —«¡Ooooh!»— ronco. Seguramente se la estaba cascando como un animal antes de desayunar.

Justo lo que pensaba hacer él ahora, se dijo, doblando la esquina, a punto de llegar a su habitación.

Sí, señor. Pensaba hacerse un pajote a lo bestia hasta vaciar sus cojones…

Y entonces lo oyó

(aaaah…)

y se detuvo girando la cabeza, hacía la puerta del cuarto del otro lado del pasillo, que estaba entreabierta.

Sabía que no debía hacerlo, pero tras relamerse los labios se acercó, con la imaginación ya disparada imaginándose que clase de escena se podría encontrar; la polla le lanzó otro pinchazo en los pantalones, deseando desfogarse.

Solo un vistazo, pensó, dando un paso hacia la puerta entreabierta. Un vistazo y me voy. Para no tener que pensar tanto cuando me la casque.

Desearía haber resistido más al impulso, pero fue increíblemente fácil cruzar el pasillo y asomarse sutilmente para comprobar que la habitación estaba vacía y no había nadie en la cama, salvo las sábanas revueltas.

Oyó otro suspiro de alivio que venía del baño adjunto a la habitación, acompañado del sonido de un chorro constante y el ...

... repiqueteo del agua. Estaba meando, dedujo, abriendo más la puerta para entrar, sin tan si quiera pararse a pensar en lo que hacía.

No sabía de quien era ese cuarto, pero no era el de Clint —por lo de esa mañana—, además él, Max y el capitán estaban en el gimnasio entrenando, y el señor Stark tenía su habitación en otro lado del complejo.

Así que solo quedaba…

Thor.

—aaaah…—suspiró Thor, al tiempo que echaba la cabeza hacia atrás con los ojos cerrados mientras su polla dura como una roca volvía a echar el chorro de meada. Oyo el repiqueteo de agua conforme recibía la meada de esa grandiosa polla venosa.

Y estaba meando en el lavabo.

El chorro paro de nuevo, y con otro «Aaaah…» volvió a salir el chorro suavemente.

Notó el olor a meada. Vio que el váter detrás de Thor estaba completamente mojado en meada, la tapa levantada, gotas que caían por el retrete formando charcos de amarillenta meada en el suelo del baño…

Volvió a mirar a ese rabo cuando el sonido paró. Y de nuevo el chorro volvió a salir. Pudo ver como la primera parte del chorro daba contra el grifo y la repisa del lavamanos, manchando la pared también de meada. El repiqueteo que se oía cuando salía el chorro era el resto de la meada. La pila estaba medio llena de líquido amarillento —y caliente— de la meada de ese gigante…

Rabo.

—Aaaah —dijo Thor, mientras él flujo de la meada descendía hasta detenerse—- Bueno, ya está. Por fin… ¡Oh, hola! —dijo reparando en Peter. Se puso en alerta al verse ...