Corrida sin consentimiento en el bosque
Fecha: 21/03/2024,
Categorías:
Gays
Autor: TheGreenBananas, Fuente: TodoRelatos
... Una vez en el interior de la tienda se descalzo. Sus calcetines blancos se liberaron del calor del zapato e inundaron el ambiente de un olor a sudado acentuado por varios días sin pasar por la ducha. Héctor olía a hombre i eso me encantaba. Mi corazón se aceleraba por segundos. Me cambie rápido y me tumbe en el interior del saco para dormir y evitar al máximo esa situación.
Héctor abrió su mochila y vio como su saco no se había salvado de la lluvia. Estaba empapado por lo que era inservible. Esa noche aun hacia más frio que el anterior por lo que dormir sin saco no era una opción. Entonces me dijo:
- ¡Tío te parece que compartamos saco, eso sí sin mariconadas ni nada de eso!
El saco no estaba hecho para dos, compartirlo significaba estar muy juntos, con nuestros cuerpos en contacto. Y a pesar de que la situación me superaba tuve que aceptar. Antes de entrar dentro del saco conmigo, se sacó la camiseta y pude contemplar una vez más sus sobacos peludos y disfrutar disimuladamente de su cuerpo. Ahora el olor era más fuerte. Solo con sus pantalones entro como pudo poco a poco. Notaba su piel caliente en contacto con la mía. Fuera no se escuchaba nada, yo sentía su respiración caliente en mi nuca. Mi corazón se aceleró y el debió notarlo.
Al pasar unos minutos sin poder dormir ninguno de los dos. Me susurro en el oído:
- He visto como en cuanto puedes me miras de reojo. ¿Eso es porque te van los tíos?
Nervioso no supe que contestar. Entonces al ver mi ...
... incapacidad por no poder contestar continuo:
- Son tantos días sin poder hacerme una paja que voy mas caliente que un hijo de puta. Así que yo también me fijaría con cualquier cosa que se moviera…
Y haciendo muestra de su chulería añadió:
- Y mas con un cuerpo como el mío.
Me intente excusar, pero de mi boca no consiguieron salir palabras. Note como el detrás de mi, imponente, se acercaba aún más. Sorprendentemente en sus pantalones note un gran bulto que crecía por momentos incesable Me susurro al oído:
- No me van estas cosas, pero si sigo así me van a explotar los huevos un día de estos.
Su pene erecto quedo aplastado entre mis nalgas. Lo notaba caliente y podía casi sentir las palpitaciones. Poco a poco, con mi mayor malicia, aproveché y empecé a moverme y hacer presión contra él. Mi pene no tardo en reaccionar, aprisionado por mis boxers. Héctor jadeaba, el aire me ponía los pelos de punta, ya que chocaba con mi nuca. Entonces me dijo:
- Estas hecha una perra. Ya sabia yo que esas miradas significaban alguna cosa.
Continue. El calentón hacía que no pudiera pensar en nada más, yo como el, hacia días que no me había podido masturbar. Note como como una mano se deslizaba por mi espalda y me agarraba con fuerza del cuello, dejándome casi sin respiración. Acerco mi oreja a su boca:
- Si es lo que quieres vamos a jugar, pero mañana ni una palabra a mi primo. Lo has entendido.
Casi sin aire murmure un sí, que salió con un hilo de aire dada la presión en el ...