1. Me lo mete el domingo por la mañana


    Fecha: 30/03/2024, Categorías: Hetero Autor: DevoraMela, Fuente: TodoRelatos

    Sabes cuando has tenido una semana de esas que te desgastan por todos lados, tienes todo cansado, el cuerpo, la mente y el alma.
    
    Es el primer domingo por la mañana que puedo dormir hasta que mi cuerpo me pide despertar. Me levanto, sintiéndome mejor que en las últimas dos semanas. Voy directamente al baño y abro el agua de la regadera, pronto sale el vapor del agua caliente, el agua chorreando por mi cuerpo, lavando todo el cansancio. Me tomo mi tiempo, el tiempo es un lujo, así que lo aprovecho. Me lavo el cabello, lo desenredo, me afeito las piernas y entre ellas. Cuando finalmente salgo del cálido abrazo del agua, me envuelvo con una toalla grande y suave bajo mis brazos y otra para mi cabello mojado. Con la piel seca me echo mi crema humectante favorita que huele a flores de vainilla, me gusta consentirme, me siento renovada después de duchas así.
    
    Cuando salgo del baño te veo acostado en la cama mirando algo en tu teléfono, los niños están entretenidos viendo tele en la sala. Así que busco el body de encaje negro, hoy, después del estrés de las últimas semanas, ya por fin me doy un respiro para lo que yo quiero, y en este momento te quiero a ti, te tengo unas ganas…
    
    Suelto la toalla de mi cabeza, el cabello mojado cayendo por mis hombros, la toalla que cubre mi cuerpo cae a mis pies, eso hace que levantes la mirada de tu teléfono, una pequeña sonrisa alzando la comisura de tus labios.
    
    Me subo el body por las piernas, el encaje transparente negro como una ...
    ... segunda piel, la tela traslúcida deja ver mis pezones erguidos, la humedad de mi deseo ya recubre los labios de mi sexo, la sola idea de lo que vamos a hacer me excita. Me excita seducirte y provocarte, me excita que me mires con esa intensa lujuria en tus pupilas. Me doy media vuelta para que puedas ver el hilo del body metido entre mis nalgas mientras le paso el seguro a la puerta de nuestra habitación.
    
    Cuando termino de pasarle el seguro a la puerta estás de pie frente a mí, aprietas mi cuerpo suave contra el tuyo duro, nuestras bocas se unen, las lenguas enredadas, respirándonos, besándonos, tus manos agarran mis nalgas y suben hasta mis pezones. Pellizcas mis picos duros por encima de la tela efímera de mi lencería, los retuerces entre tus dedos, me haces jadear.
    
    Tu cabeza baja de mi boca hasta mi pecho, bajas la tela que cubre una de mis tetas, envuelves mi pezón entre tus labios y me chupas. Te agarro por la cabeza y me paro de puntillas, presionando tu boca hambrienta a mi pecho. Tu lengua revolotea por mi pezón y muerdes, esa presión de dolor placentero que me recorre entera y va en vía directa, haciendo que mi clítoris palpite entre mis piernas.
    
    Tu rostro contra el mío otra vez, tu lengua y mi lengua, te beso hambrienta y luego te pido que chupes mi otra teta.
    
    Me siento obscena, deliciosamente perversa cuando mis tetas cuelgan fuera de la ropa que llevo puesta, tus manos apretando la suavidad mis pechos mientras el otro pezón está deleitándose con tu lengua, ...
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