El secreto de mi hermana (tercera parte)
Fecha: 31/03/2024,
Categorías:
Incesto
Autor: Csar as, Fuente: CuentoRelatos
... también.
Ese día no fue la excepción. Se detuvo frente a mí impidiendo que siguiera caminando.
—Holaaa, primo.
Me habló con un tono de burla.
—Hola.
Le respondí mientras entrecerraba los ojos para ver bien quien era.
Hacía preguntas tan obvias que me daban ganas de ignorarla y seguir caminando, pero podía ver que ahora me miraba diferente. Su mirada iba dirigida hacía mi pantalón.
Si fuera un descarado ya le habría propuesto ir a algún motel. Después de todo, su esposo estaba de indocumentado en Estados Unidos, y ella, bueno, ella estaba sola en su casa.
Su piel parecía brillar con el Sol. Era como un planeta reflejando aquella luz de esa estrella. Su piel morena se veía bastante bien. No dejo de odiarla, pero admito que es bastante linda.
Cuando por la noche llegué a mi casa, mis padres no estaban. Me encontré con mi hermana en la cocina, la saludé y subí a mi habitación. Dejé la mochila en mi escritorio y me tiré en la cama. Estaba tan cansado que sin sentir me comencé a quedar dormido. Fue ahí cuando un empujón me despertó por completo. Mi hermana había entrado a mi cuarto y se había ido sobre mí.
Admito que sí quería, pero no era forma de pedirlo.
Mi hermana comenzó a forcejear conmigo, y yo intentaba detener sus manos. Ya se me estaba poniendo duro, fue ahí cuando mi hermana rozó su mano con él y al parecer sí lo sintió.
Yo me hice como que no me di cuenta, y seguí peleando. Aproveché y “sin querer" toqué uno de sus pechos. Fue ahí ...
... cuando se me quedó viendo fijamente a los ojos.
En ese momento el claxon de la camioneta de mis padres nos interrumpió. Habían llegado y tenía que ir corriendo a abrir la cochera.
Al subir, mi hermana ya no estaba ahí.
Después de hacer algo de tarea, me fui a bañar y llevé conmigo los recuerdos de mi hermana.
Al llegar, quité mi almohada para prepararme para dormir, y me quedé sin palabras. Mi hermana había dejado una de sus bragas debajo de mi almohada.
No sabía que hacer, si no decía nada y me quedaba con ella, podía ser una trampa para agarrarme y etiquetarme de depravado. Podía ir al cuarto de mi hermana en “Modo serio" y pedirle explicaciones como si yo fuera un santo recién bajado del cielo que no sabe nada sobre el incesto. O podía simplemente actuar como si todo fuera una broma y hacerme el tonto.
Después de sentir aquella tela, después de oler y tenerla en las manos, fui hacía la habitación de mi hermana, pero no estaba.
Cuando regresé a mi cuarto mi hermana estaba dentro y sentada en mi cama. Yo tenía sus bragas en las manos y me quedé helado y sin poder moverme.
—¿Te gustó tu regalo? Te lo manda tu prima.
—¿Qué?
Solo contesté eso. No sabía que otra cosa decir.
Mi hermana se levantó y caminó hacía mí.
—Mi prima quiere hablar contigo, me dijo que te diera eso. Que lo disfrutes.
Caminó hacía la puerta y la cerró después de salir.
Seguía sin poder moverme. Mi hermana, la que hace unos momentos parecía feliz forcejeando conmigo, ...