Con Arturo lejos de casa
Fecha: 06/04/2024,
Categorías:
Bisexuales
Autor: esrkytorazul, Fuente: CuentoRelatos
... masculino.
Todavía recordaba la revista de ropa interior que mi prima Mónica, solía dejar en casa cuando se dedicaba a la venta por catálogos. Había fotos de chicas modelando ropa interior, y eso me producía morbo e interés, pero lo mismo me ocurría cuando pasaba a las páginas de ropa masculina. Los chicos modelando bóxer y calzoncillos clásicos, para sorpresa mía, me lograban despertar algo que no sabía yo bien que era ni porque en esos años tempranos al verle los bultitos bien arreglados en la parte delantera de la prenda. Otra vez Arturo, con su voz grave y su actitud algo tosca, volvió a arrancarme de mis pensamientos.
A: ¿Y ahora ya grande, no te sigue pasando?
R: Eh, bueno, no voy a gym, la verdad.
A: Bueno, entonces, a ver, no sé, cuando meas en baños públicos, o ves pelis de culeo, tú sabes, uno es curioso.
No respondí. Más bien evadí un poco la pregunta y me quedé en silencio. Me daba miedo y vergüenza o no sé bien que cosa, pero me impedía responder con honestidad. Me sentí miserable un poco conmigo al verle a él tan honesto y resuelto y yo atascado y mentiroso. Me dio un poco de fastidio conmigo mismo de no tener agallas para hablar con sinceridad.
A: Compa yo a eso no le paro bolas. Las vainas son como son. Si no me quieres decir, está bien, te entiendo. No pasa nada y perdona si te jodo la vida hablándote de esto, pero tu comenzaste con la preguntadera. Solo te digo.
Me sentí aún peor cuando dijo eso y algo súbito, que surgió seguramente ...
... del poder desinhibitorio del alcohol, hizo que yo sacara fuerzas de donde no tenía y entonces aflojé mi lengua con una resolución de persona suicida.
R: ¿Sabes algo? Tienes razón. Te diré lo mío. Yo creo que a nosotros los hombres nos pasa algo con las cosas abultadas del cuerpo. Nos llama la atención las nalgas, las tetas, las curvas, las caderas anchas, los labios carnosos, los muslos o piernas carnosas.
A: Si así es. ¿Y a qué viene todo eso?
Mi voz temblaba un poco y una sensación de fiebre súbita parecía calentar mi cabeza y bajar por mi garganta. Sin embargo, continué.
R: Pues es que no se bien porqué, cuando veo a un hombre en bóxer, pues, hm, siento estímulos al mirar la loma que se forma, tú sabes, la bolsa delantera.
Arturo arqueó las cejas mientras sonreía con cierta picardía.
A: ¿Te gusta el bulto que la verga forma en el bóxer?
Más directo y claro no pudo ser, pero así era él con su verbo. Bien conciso y claro. Se me subieron los colores al rostro y por un instante toda la vergüenza del mundo parecía entrar por la ventana y bofetearme.
R: Yo creo que sí - respondí como un chico cuando es reprendido por sus padres admitiendo algo indebido.
No podía creer que me hubiera atrevido a decir lo indecible, a confesarle a alguien lo inconfesable y, además, a un hombre casi desconocido. Bendita cerveza. Lo que logra hacer. Arturo se puso las manos en el rostro y reía al tiempo. No entendía bien su gesto algo burlesco que me resultó desconcertante y ...