1. Merceditas 2


    Fecha: 08/04/2024, Categorías: Dominación / BDSM, Autor: mercedes, Fuente: TodoRelatos

    ... me sentía en la gloria con mamá en ese momento.
    
    Haré todo lo que me pidan mamá. Incluso si quieren que esté con mujeres.
    
    Aunque ellas no sean de tu edad?
    
    Aún así mamá lo haré.
    
    Tomó una de mis manos y la llevó hacia su tanga. Estaba muy mojada, creí que era pis.
    
    Refregó mi mano varias veces, tomó dos dedos y los empujó sobre la tela, no entraron porque esta lo impedía. Sus ojos no se apartaban de los míos.
    
    Lentamente se acercó, puso los labios sobre los míos y en su susurro dijo que abra la boca. Lo hice y metió su lengua.
    
    Era la primera vez que alguien me besaba de esa forma. Los labios se unieron como si fuera una sola boca. Me tomó de la nuca y empujó mi cabeza con la suya. Nuestras bocas se movían cada vez más, nuestras lenguas ya estaban jugando dentro de ellas, libremente. Todo alrededor de los labios estaba rojo, no solamente estos.
    
    Dejemos toda la boca manchada con labial.
    
    Y yo asentí.
    
    Mueve tu mano en mi tanga. No te detengas.
    
    Y ella lo empezó a hacer en mi braga. Pegó su cuerpo al mío, de modo que nuestras manos se tocaron y las dos sentíamos como se movían, por sobre su tanga y mi braga.
    
    Mi mano cada vez estaba más mojada y noté que mi braga también se mojaba de la misma forma. Mamá gemía, sentía su aliento en mi cara, buscaba mi boca. Vi la boca de mamá toda roja, hasta en la nariz y supuse que yo debía estar igual. Me pasaba la lengua por fuera, lamiendo los labios. Nuestras salivas se mezclaban. Mamá me sonreía.
    
    Entrégate ...
    ... Mecha, suéltate, gime todo lo que quieras, no tengas vergüenza de hacerlo, ni ahora, ni con ellos o con quien estés, aunque sean mujeres. Entrégate siempre hija.
    
    Yo asimilaba todo lo que iba experimentando. Era un mundo nuevo. Un glorioso mundo. Cada vez me gustaba más. Escuchaba sus palabras y las tomaba como ciertas, dispuesta a hacer todo lo que mamá decía.
    
    Mete la mano dentro de mi tanga hija. Mete dos o tres dedos adentro de mi vagina. Muévelos rápidamente, sácalos y vuélvelos a meter. Hasta el fondo hija, que queden bien adentro de mi concha.
    
    No debí hacerlo mal porque mamá explotó en gemidos. Sus besos ya no eran los del comienzo. Ahora, literalmente, mamá me estaba comiendo la boca.
    
    Ella no me metía los dedos, sino que refregaba su mano en mi clítoris furiosamente. También yo gemía mucho más que antes. Me sentía cada vez más caliente.
    
    De imprevisto, sentí que mi cuerpo se convulsionaba. Yo misma empujaba contra su mano, era algo involuntario. Buscaba sentirla más contra mí, quería sentirla adentro de la concha. Mis gemidos ya eran gritos.
    
    Así hija, grita de esa forma.
    
    Era mi primer orgasmo. No había terminado de tenerlo, cuando mamá tuvo el suyo. Ella agarró mis dedos y los metió todo lo que pudo. Los sacaba y los volvía a meter con fuerza, rápido. Mi mano quedó empapada.
    
    Mamá me explicó a que se debía eso y quedé fascinada. Era un descubrimiento.
    
    Así nos masturbamos las mujeres. Puedes hacerlo cada vez que quieras, donde quieras. No solamente ...
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