Visitas a mi vecino (Chencho)
Fecha: 18/03/2018,
Categorías:
Gays
Autor: dont343, Fuente: CuentoRelatos
... baño. - ¡Por favor!, lávate bien… - ¡Claro!... - ¡Por cierto!, me gustaría llamar a mi amigo. Al que estaba en el cafetín conmigo… ¿te fijaste en el? - ¡Si!... ¡me gusta! ¿Que tal lo hace? - ¡Muy bien! Estoy seguro que te gustará. Y Chencho desapareció por la puerta del cuarto de baño... Samuel, estaba que no cabía en sí... - ¿Gerardo?… … ¿como está?… - Con la mosca detrás de la oreja. Pero, la he convencido para que vaya a visitar a sus padres esta semana. Así que, si quieres, podemos quedar... - ¡Oye!, estoy en Aravaca, con el chico. Lo tenemos… ... ¡si!, le va la marcha. Y no te puedes imaginar lo rico que está. Avisa al coronel ¿vale? Que se venga a cenar. Cuando Chencho salió de la ducha, y se disponía a echarse la camisa por encima, se sintió observado. - No irás a vestirte otra vez ¿no? ¡Toma!... mejor ponte esto; y le dio un pantalón de lycra y una camiseta del Club de Polo. - ¡Estarás mucho más cómodo con esto! Y yo disfrutaré mucho mas. Se acercó a él y le abrazó… le acarició el pelo, húmedo; y se separó un poco, para verle mejor. ¡Que bien hueles!… ¡así, estas maravilloso! Después, Chencho se acercó a un amplio sillón de mimbre, que había juntó a la puerta del salón y se sentó con los pies en lo alto; y se quedó mirando como Samuel anudaba un par de corbatas. - ¿Te apetece algo? Me parece que he visto Coca-Cola, en el frigo… ... o, ¿prefieres alcohol?… ¡No sé! Tengo wisky... y buena ginebra. Quizá... ¿un gin-tónic?… - ¿No tienes cerveza? - ¡No!, lo siento; pero ...
... ahora la pedimos, con la cena ¿OK? - Una Coca, entonces… Samuel fue a la cocina y no tardó mucho en aparecer con la Coca Cola. Pero, Chencho había salido al jardín y se había tumbado en el césped, junto a la piscina. Entonces se acercó y se sentó muy cerca de él; y le ató el pie derecho con uno de los extremos... y cuando Chencho le preguntó que estaba haciendo… - ¡Ah!, ¿esto?... es para que estés más cómodo. Chencho terminó de entenderlo, cuando le anudó el otro extremo, al pie izquierdo; y tirando de ellas, las pasó por encima de su cabeza y se las enganchó al cuello. La improvisada cuerda, enganchada al cuello, le forzaba a mantener las piernas en alto y abiertas mientras estaba tumbado en la hierba; ofreciendo una más que provocativa visión de su precioso culo. - ¿Así estás bien? ¿Estás cómodo?… - ¡Si!, la verdad es que, si. - ¡Estás muy sexy! Se acercó a él y empezó a olisquear entre sus piernas; acariciando esas nalgas y presionándole con el pulgar debajo de los huevos. Luego, se dedicó a recorrer la deseada hendidura, presionando con los dedos y buscando el ojete, para estimularlo… ... hasta que tiró de la parte de atrás del pantalón y le dejó con el culo al aire. Entonces le separó las nalgas, y abriéndolas empezó a jugar con su lengua tranquilamente… de arriba a abajo... mientras llegaba Gerardo Ese chico era un tesoro que no pensaba dejar escapar. Y mientras… Chencho empezaba a sentir los efectos de esa Coca Cola. - ¡Fóllame, tío! ¡Fóllame! No podía evitarlo. Se sentía ...